19 de enero de 2014

IRREMEDIABLEMENTE... HOY TE PIENSO CON MÁS FUERZA

Irremediablemente.
Porque vives en mi mente cada día. La imagen de tu rostro sonriendo me acompaña, flota con constancia en mi cabeza sin que yo me haga el firme propósito de pensarte a cada segundo.
Y aún así, me mata la idea de que no salgas de mi mente y te conviertas en carne y hueso. Me da miedo que la proyección que ahora diviso se vaya esfumando con el tiempo, que no te despiertes y duermas conmigo cada día.
Duele saber que jamás volveré a interactuar contigo más allá de energéticamente, y aunque sé que es una suerte que al menos así sea, no me basta, no me sirve y no lo acepto.
De momento me rebelo sólo a días y a ratos cortos, lo que me deja mi ritmo loco diario de madre y trabajo, pero espero casi con ansia que la tormenta que llevo dentro se libere y te grite, que la descarga sea casi eléctrica y que los relámpagos de tu ausencia se vean en el horizonte con claridad, y que bajes entonces a apaciguar mi alma rota y descosida.
Irremediablemente hoy te pienso con más fuerza. Y aunque no me lo proponga y no sepa en qué día me encuentro, algo en el ambiente me empuja a echarte de menos de un modo más desgarrador y aviva recuerdos de los últimos días y de tu último aliento.
Justo hoy, porque es 19.
Por eso, deja que te lea este soneto de Borges, que a, al menos a mí, me habla de ti, de tu ausencia y del amor que no muere.

TE QUIERO PAPÁ, HASTA LA LUNA Y VUELTA.

1964 - BORGES

I

"Ya no es mágico el mundo. Te han dejado. Ya no compartirás la clara luna ni los lentos jardines. Ya no hay una luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías. Adiós las mutuas manos y las sienes que acercaba el amor. Hoy sólo tienes la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente) sino lo que no tiene y no ha tenido nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido. Un símbolo, una rosa, te desgarra y te puede matar una guitarra.

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa. Hay tantas otras cosas en el mundo; un instante cualquiera es más profundo y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una oscura maravilla nos acecha, la muerte, ese otro mar, esa otra flecha que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste y me quitaste debe ser borrada; lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste, esa vana costumbre que me inclina al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina."

CON M DE MAMÁ

2 comentarios:

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