22 de marzo de 2015

CHIQUITITA...

La costumbre no logra llenar el vacío. Acostumbrarse no es sinónimo de conformarse. O al menos no para mí.
De repente suena Chiquitita en la película que estoy viendo con tu nieta, y las lágrimas salen en torrente. Es nuestra canción. La que tú solías cantarme cuando era tan pequeña que ni lo recuerdo.
Algo vuelve a removerme las entrañas y mi pequeña es quien me abraza fuerte y me acaricia la cara para consolar mi dolor.
De pronto vuelve a venirme a la cabeza la sensación de soledad cuando te pienso, de impotencia y de querer tu abrazo y no tenerlo. Vale, sí, ahora te tengo permanentemente en mi cabeza, ya lo he dicho otras veces, es como llevarte siempre conmigo... pero la realidad es que no estás y que jamás volveremos a hablar ni a mirarnos, ni a reírnos ni a enfadarnos. No estás.
Sólo eso, papá. Necesitaba soltarlo. No es enfado, es impotencia, ya lo sabes. Eso y que te echo de menos terriblemente.
Te quiero. Hasta la luna y vuelta. Nos vemos en la segunda estrella a la derecha. O en mis sueños.

CON M DE MAMÁ y E de ECHARTE DE MENOS

5 comentarios:

  1. Pufff... De vez en cuando también me pasa.... Con una canción... Con una frase que escuche a lo lejos... Con un olor.... Y todo vuelve a doler igual.... Te mando un abrazo! verito kprixosa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buf.. Así es, y de repente, sin avisar...
      Gracias preciosa por entender, comentar y ese súper abrazo que me llega
      Un besazoooo

      Eliminar
  2. La nostalgia duele, pero pasa lentito... Fuerza!!!

    ResponderEliminar

Estaré encantada de que opines, te expreses, me cuentes cosas y, en definitiva, de que nos comuniquemos ;) ¿Te animas a hacerlo?