10 de junio de 2014

Señales, momentos... La vida sigue sin ti.

Echarte terriblemente de menos y entonces... De pronto se abre una puerta y me transporta a tu casa. Huele a ti, a ese ambiente que sólo encontraba en tu casa y que tanto echo en falta.
Casi 8 meses y me sigue doliendo tu ausencia. Me sigue pareciendo mentira toda esta falta de tu persona.
Casi 8 meses y aquí la vida sigue. Tus nietos crecen, Daniela es una mujercita adorable y sensible, que se levanta y se acuesta cantando dulce, y que no puede ser más "yo", con lo bueno y lo no tan bueno que ello implica. Hugo es un gamberro agotador, que se ha hecho hueco a fuerza de desparpajo y picaresca, y que tiene una sonrisa que enamora el alma.
Roberto sigue siendo el yerno al que tanto has querido, con ese carácter tan de paz y calma, y esa ilusión y capacidad de hacer de lo que se propone un éxito seguro.
Yo sigo igual papá: culo inquieto, petardo con la mecha encendida, haciendo mil cosas a la vez y planeando mil más con la excusa de mantenerme ocupada y no pensarte demasiado. No me malinterpretes, que sabes que es debilidad disfrazada de energía.
Mis hermanos siguen siendo las tres personitas adorables que estuvieron junto a ti hasta el último aliento, ¡seguimos siendo un equipo! Has de estar muy orgulloso de ellos, sobre todo de "los nenes", que ya no lo son tanto, y están madurando y creciendo con una elegancia y un saber estar que da miedo.
En el trabajo, todo igual, feliz con lo que hago, y sintiéndome afortunada por el lugar en el que estoy, el sitio que ocupo y con quien tengo el gusto de estar; este curso voy algo loca, eso sí, bueno como siempre. Ya sabes que si no tengo lío, me lo busco. Y con la sensación esa de querer dar el 200% y saber que, como mucho, llego al 75%, porque ahora mis obligaciones primeras son otras. Pero lo voy llevando... Ésta sería otra de nuestras conversaciones de cualquier tarde entre semana, ¿verdad? Y yo acabaría dándote la razón sobre prioridades y demás.
El jueves esperaré que aparezcas por la puerta, con tu bata de doctor, precipitadamente y con cara de susto, como aquel día de junio de hace ya 6 años cuando hiciste saltar a todo el tribunal de oposiciones con tu entrada triunfal en mitad de mi exposición, y a mí casi me da el ataque. ¡Ahora me alegro tanto de que lo hicieras! Esas cosas tan tuyas dicen tanto de ti y de tu amor a tus hijos.
Y si no lo haces... Si no vienes, espero que sea porque estás liado echándole un cable a Leti o a Borja con sus trabajos de fin de máster y de grado, o tomándote una horchata con Marta y Álex que están de descanso esta semana.
Pero, eso sí, ¡no te olvides de mandarme una señal! La de hoy me ha dejado con mono de ti.
TE QUIERO MUCHÍSIMO, PAPÁ. HASTA LA LUNA Y VUELTA.

CON M DE MAMÁ y...

5 comentarios:

  1. que bonito seguir recordando y hablando con tu padre, después de 8 largos o cortos meses según se mire de ausencia, se nota que estabais muy unidos y era un señor con un gran carácter, si no que te lo digan en tu oposición jeje

    Un placer leerte y seguro que mucho mas cara tu padre cuando te lea desde lo mas alto

    ResponderEliminar
  2. Aunque no le veas, estará. Eres parte de él y él de ti.

    ResponderEliminar
  3. Que bonito Noni!!! Preciosas palabras!! Tu padre debe estsr brillando de contento de ver los hijos q tiene

    ResponderEliminar
  4. Aunque yo me enteré tarde, me uno a tus sentimientos, y te digo que seguro que está ahí a tu lado, viendote y apoyandote.
    Besos especiales.

    ResponderEliminar

Estaré encantada de que opines, te expreses, me cuentes cosas y, en definitiva, de que nos comuniquemos ;) ¿Te animas a hacerlo?