27 de marzo de 2014

10 cosas que "me gustan" desde que soy madre

Igual decir "me gusta" es un pelín exagerado. Quizás es más sincero decir "soporto", de todas todas.
Ahí va, pues, esa lista que existe sólo desde que soy madre amantísima; os aseguro que, si no, la lista podría ser cualquier otra más... agradable.

10 COSAS QUE "ME GUSTAN" SOPORTO DESDE QUE SOY MADRE:

  1.  Cocinar pescado hervido a pesar de la peste que sueltan los pececitos, tanto en crudo como en cocinado, y que te deja un aroma a mar (Muerto) un par de días en tu cocina, pasillo, y casa directamente. I'm lovin' it! parapapapaaaaá
  2. Tocar la carne cruda de pollo con las manos. Ésta es una fobia que he superado hace tan sólo un par de semanas. Y os preguntaréis: ¿Y cómo lo hacía para cocinar pollo antes esta mujer? Fácil (y los que me conocen bien saben que así era): para empanar pechuguitas, usaba tenedor; y jamás he cortado o troceado yo el animalejo, siempre lo pedía ya así en la carnicería o al señor supermercado. Pero hace un par de semanas, me invadió el espíritu "madre señora/señora madre" y de pronto me vi cogiendo una pechuga, así, como si nada. Eso sí, tampoco me deleité mucho ni llamé a mi señor marido para presumir del hecho, fue rapidito (eso o vomitar).
  3. Tocar cabezas con piojos/liendres. Es que era o eso o renunciar a Pichu. Menos mal que han sido un par de veces, y que la pobre tiene tan poquita mata y tan "tacha" que en ambas ocasiones se trató de un piojo que pasaba por allí por error a dejar algo de carga. Ahora, como a escrupulosa no me gana nadie, al final en ambos casos ya no me daba ni cosa el asunto, sólo pensaba en "erradicar, eliminar, matar". Dios, que psicópata suena así.
  4. Madrugar toooodos los días, sin distinción entre vacaciones y días laborables, porque así aprovecho más mi vida, los días tienen 25 horas y tengo la sensación de que o Dios o quien quiera que sea el encargado de ayudar a los que madrugan, a veces me echa un cable y el día no está mal.
  5. Trasnochar toooodos los días, sin distinción entre vacaciones y días laborables, porque así los días son intensos, vivo la vida al límite y consigo un tono morado verdoso en las cuencas de mis ojos que ya quisiera para sí el maquillador del Cirque du Soleil.
  6. Desvelarme a horas intempestivas gracias a la teta, Rubiazo y su mundo. Es otra manera de sentirme viva, joven, rebelde y transgresora; y de cagarme y de acordarme del amor materno-filial cuando a las tres de la tarde mis ojos se cierran solos y veo doble.
  7. Hacer siestas del borrego en horarios creativos: a las 20.00 o a las 23.00, por ejemplo, despertarte después de hora y pico o casi dos como una rosa y, entonces, aprovechar para continuar con lo que estabas haciendo cuando llamó Rubiazo y que ha quedado a medias. Y acostarte a las tantísimas... Punto 5.
  8. Chuperretear y mordisquear todas y cada una de las sobras de los desayunos, almuerzos, comidas, meriendas y cenas de tus hijos, y descubrir que has vivido engañada toda la vida creyendo que "uf, es que ya no puedo más", ya que desde que eres madre tu estómago ha ensanchado y te cabe todo. O eso o eres una vaca (por lo de los cuatro estómagos, digo).
  9. Quitar algún moco rebelde con ¡¡TU MANOOOO!! Os juro que, otra cosa no, pero los mocos ajenos los vivo con "respeto", y eso que siendo maestra he limpiado y visto mocos a punta pala... Pero tocarlos... ¿¿TOCARLOS?? Sí, hija sí. Si no hay pañuelo en ese momento y tu hija/o lleva una condecoración verde brillante en su nariz, tu mano, pura inercia, va hasta ella y ¡zas!
  10. Los besos babosos (sólo de mis hijos, conste en acta). Decidme que no habéis muerto nunca cuando os han estampado un beso en la mejilla, digamos, mojadito. Y si hablamos de ligues/rollos/novios "babosos", literalmente hablando, ya ni os cuento. Carta de despido al instante. Sin embargo... ¡AAAAYYYY LAS BABAS DE MIS AMORES! Esos besos que te dejan la cara como una patena, o por el contrario te la llenan de yogur y te sirven de peeling facial... ESOS BESOS BABOSOS SON DE LO MEJOR QUE TIENE SER MADRE.
http://blogs.lainformacion.com/con-noticias-de-facebook/files/2012/08/Megusta-peque%C3%B1o.jpg


CON M DE MAMÁ                                                                                                                                  

12 comentarios:

  1. jajaja.. eres la bommmba Noni. Siempre das en el clavo, lo de comer los restos.. lo de comer los restos es mi día a día.. he llegado a no cenar y esperar porque siempre dejan algo jajaja. Lo de los mocos es como lo del pollo para tí.. antes vomitaba, te juro que si alguien me sacaba ese tema allá me iba corriendo.. cuando me enseñaron el aparatito ese para quitarle los mocos a los bebés.. casi me desmayo.. imposible para mí.. y al final.. ahí está el espíritu maternal, ese que sale de no sabes donde algunas veces y te echa una mano para salvar cualquier situación..
    Un beso Noni, espero impaciente tus nuevos relatos..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mil gracias por leer y comentar y sobre todo 'por disfrutar y compartir!
      Un besazo!!!

      Eliminar
  2. Los restos y la báscula, esa relación que nunca entenderé... o más bien, que entiendo bastante bien. Me ha hecho mucha gracia lo del pollo, porque yo lo fileteo, disecciono y troceo sin problema, pero sí te tiene un tacto raruno... y qué decir de los mocos y los besos babosos. Sí, definitivamente comparto muchos de tus apartados. Sabes con lo que yo no puedo, con esos vasos de agua a los que se les van añadiendo restos organicos a lo largo de la comida...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uuuuy! Los vasos con tropezones y barcos mil... Yo tampoco puedooo, aunque cuando la sed ha apretado... jijiji! Ascoooooooooo!
      Besazo!!

      Eliminar
  3. Jajaja, Cuánto me he reído con tu post Noni. Yo escrupulosa no soy, bueno menos con lo de las babas que no sean de mi niño, pero creo que comer las sobras de comida lo hacemos todas o casi todas, así me estoy poniendo.... Un abrazo, feliz fin de semana!

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué duras nos hace la maternidad! Ahora que lo tuyo con las pechugas de pollo es de récord vamos. ¡Jajaja, lo que me he reído!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que no puedo con ellas desde nunca, con lo que para mí tocarlas como sí nada fue la panacea de la maternidad!
      jajajajaj!
      Un beso!

      Eliminar
  5. Muy bueno y muy real!!! Nos redescubrimos y transformamos.... Jeje qué remedio! Me suena mucho lo de trasnochar, madrugar, los mocos.... En fin, nuestro nuevo mundo! Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. SÍII! La maternidad nos convierte en seres perfectamente amoldables! jajajaaj!
      Un besote!

      Eliminar
  6. jajajajajajajajajaja. Alguna más seguro que hay.....¿tirarte un zumo y no salir corriendo a casa a cambiarte a pesar de que vas enteramente de blanco?

    besos, crack!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay!! Es que las toallitas hacen milagroooos! jajajaaj!
      Un besazo guapa! Fijo que tú también tienes una buena lista!

      Eliminar

Estaré encantada de que opines, te expreses, me cuentes cosas y, en definitiva, de que nos comuniquemos ;) ¿Te animas a hacerlo?