12 de septiembre de 2014

Los deberes... ¿Los carga el diablo?

Hace mucho, mucho tiempo (bueno, vale, igual no tanto), en esta misma ciudad, en este mismo país, existía un grupo de profesionales llamados maestros/maestras cuya única función e intención eran transmitir conocimientos y crear nuevas inquietudes en sus pequeños "clientes". Para que esto fuera posible, hacían algo que, por aquel entonces, no se consideraba ni sacrilegio, ni tortura, ni ganas de fastidiar, sino todo lo contrario: MANDABAN "DEBERES" A CASA. Sí, enviaban a los alumnos a casa con algunas tareas que debían resolver en el calor de su hogar para, o bien repasar lo aprendido, o bien ampliar conocimientos sobre el tema, y sobre todo y más importante, crear un hábito de estudio.
Esos niños y niñas de antaño somos hoy en día padres y madres (vamos, que no es tan antaño, ejem) que tenemos nuestros propios hijos e hijas. Actualmente somos adultos, en principio responsables, unos más formados que otros, otros más currantes que unos, adultos diferentes entre sí pero con algo en común: hicimos deberes, sobrevivimos a ellos, fuimos felices, si tenemos traumas no son por este motivo y... Somos padres y madres.
Y ahora, como padres y madres nuestra labor es apoyar a nuestros hijos en su vida escolar, lo que no quiere decir que esto implique darles la razón en todo o compadecerlos porque el colegio es muy duro, primero porque no es así, la escuela ha de tenerse cómo un lugar al que apetece ir (a ver, que todos tenemos días, yo hablo en general) y segundo porque entonces les estamos enseñando a vivir en la contradicción y mandándoles un mensaje del desamor más bruto: el colegio es lo peor, y como te quiero, te mando allí.
Dentro de nuestra labor educativa como padres y madres está el inculcar a nuestros hijos e hijas el interés por el mundo, las ganas de saber, de descubrir, de razonar y, en definitiva, de vivir la vida dotándolos de los recursos suficientes para que lo hagan de la mejor manera, y no, no hablo de recursos económicos, hablo de valores, de transmitir actitudes positivas a la vez que reales y de contagiarles la ilusión por ser mejores personas. Es en este compendio de virtudes en forma de herencia donde debemos incluir, o así lo pensamos aquí en casa, el valor del esfuerzo, de la persistencia, las ganas de luchar, tirar y seguir; porque como adultos, por suerte o por desgracia, ya hemos rodado lo suficiente como para saber que en esta vida nada es gratis ni tampoco fácil, y que eso de "nacer con estrella" como mucho sirve para un rato. Enseñar a nuestros hijos a esforzarse en su día a día no está reñido con dejarles jugar, con que sean felices ni directamente relacionado con ningún trauma infantil. Es un valor en alza, porque si les transmitimos la necesidad de esforzarse por lo que quieren entonces estamos preparándolos para plantarle cara a la vida, y los estamos ayudando a estar preparados para verlas venir.
Dentro de ese esfuerzo entraría el trabajo escolar, el querer ser mejores por ellos mismos y por su satisfacción por las cosas bien hechas, el ansiar (pero sin dramas ni exageraciones, entendámoslo bien) su propia superación porque esto los lleva directos al conocimiento del mundo que les rodea, y a verse capaces de hacer por sí solos un montón de cosas.
Pues, y sé que hay muchos que ahora irán directos a la cocina a por tomates, LOS DEBERES, tal y como yo los concibo, son parte importante de todo este proceso educativo y madurativo. Sí, soy PRO DEBERES, pero cómo no, EN SU JUSTA MEDIDA. Como maestra entiendo que las tareas que se envían a casa son una prolongación de lo trabajado en clase, o bien como pequeño repaso para afianzar lo nuevo o bien para ampliar conocimientos y fomentar el interés por el saber por saber, pero sobre todo, LOS DEBERES son los encargados de ir asentando el hábito al estudio y la capacidad de organización. Por tanto, a mi modo de ver, no deben ser más que un pequeño trabajo reflejo de lo hecho en clase o relativo a la unidad que toque en cada asignatura, y siempre en proporción a la edad de los alumnos. Al fin y al cabo, los niños son niños, ya pasan suficientes horas sentados en sus pupitres, dándole al coco, y necesitan jugar y aburrirse un rato cada día. Sin embargo, repito, LOS DEBERES, bien enfocados, medidos, acordados por el equipo docente para que los alumnos (sobre todo los recién llegados a primaria, los de 1ro y 2do) no lleven sobrecarga de asignaturas... son IMPORTANTES. Sin ellos no podemos pretender que nuestros hijos den el gran salto al instituto y sepan, por ciencia infusa, organizarse el tiempo en casa, tener una técnica de estudio depurada y no morir en el intento, que bastante complicada es la adolescencia por sí sola como para añadir nuevos obstáculos.
Es función nuestra pues, de los maestros, así lo veo yo y es tan sólo mi opinión, motivar a los alumnos de tal manera que para ellos continuar un poquito en casa sea algo, si no divertido, porque no siempre puede serlo, al menos agradable, y que conforme crezcan, que esa tarea "agradable" se convierta en "es una apuesta por mi futuro, y yo quiero que mi futuro esté en mis manos".
Y es función nuestra, o sea de los padres, acompañar a nuestros hijos en esta tarea en casa; cuando son pequeños, supervisando, que no se trata de hacerles los deberes ni darles la solución (que sería lo cómodo, obvio); y cuando son más mayores, resolviendo dudas o facilitándoles medios para que puedan resolverlas por sí solos. ¿Es obligado? Hombre, no hay un contrato de por medio, pero son nuestros hijos, es su formación y, aunque acabemos discutiendo a veces, saber que nos tienen les ayuda a continuar y a que el camino sea algo menos cansado.
Así que, como maestra y como madre, digo SÍ A LOS DEBERES, PERO EN SU JUSTA MEDIDA Y ACORDES A LA EDAD Y A LAS NECESIDADES DE LOS NIÑOS. Y ojo, que como madre tiemblo con la subida a primaria de Pichu, porque soy la primera consciente de que "la confianza da asco" y de que habrá días de batalla. Pero sé que es bueno, y necesario, que cree un hábito, y que nosotros la apoyemos, empezando por no desautorizar ni criticar jamás a sus maestros en su presencia sin antes haber tenido una conversación con quien corresponda. Al fin y al cabo, las diferencias entre adultos deben ser tratadas entre adultos, para evitar crear un clima de confusión que en nada beneficiará a nuestros hijos.
Conclusión: DEBERES SÍ. Que no los carga el diablo, en principio lo hace el sentido común.
Y ahora... Ya podéis lanzarme los tomates. 
Un abrazo.
Con vuestro permiso, reedito la entrada, a raíz de un pequeño debate que suscitó este texto en un grupo de amigas ayer. Como ya he dicho antes, entiendo que los deberes, tanto en dificultad, como en extensión y en fin, deberían ser acordes a la edad de los alumnos. Y esto tiene como consecuencia directa que, si empiezan por 10, a lo sumo 20, minutos diarios, en un par de años o tres a lo largo de primaria, estos pueden ocupar una hora de trabajo. Esto no es plato de buen gusto para papis y mamis que tienen la sensación de que los niños no tienen tiempo para ser niños. Está claro que opiniones hay para todos los gustos, pero sigo pensando que si LOS DEBERES se ponen con cabeza y nuestros hijos cuentan con nuestra supervisión, durarán lo justo, eso sí, por lógica, por la dificultad misma de las materias y la cantidad de contenido, el "rato" se irá estirando. Insisto: ¿no hacíais deberes vosotros? Yo sí, y también jugaba, y veía dibus, y me aburría. Igual lo que tenemos que hacer es plantearnos en qué orden queremos que ocurran estas cosas, pautar las diferentes actividades. En mi opinión, los niños siguen siendo niños, con o sin deberes, porque por suerte tienen la capacidad de dejar jugar a su mente en todo momento. Somos nosotros, los adultos, que ya hemos perdido esa inocencia creativa, quienes nos obsesionamos con no robarles la infancia. Creedme que los deberes (EN SU JUSTA MEDIDA ) no van a hacerlo. Pero, ¿sabéis una cosa? Hay algo que sí está cargándose su niñez y que somos incapaces de ver porque, en este caso, nos conviene que así sea: EL EXCESO DE ACTIVIDADES EXTRASCOLARES. (Podéis leer al respecto en ESTE POST). Así pues, revisemos de verdad nuestros conceptos, observemos a nuestros hijos y seamos sinceros con nosotros mismos. A lo mejor, estamos siendo demasiado extremos con los deberes, que les quitan tiempo de disfrute, y demasiado permisivos con las extraescolares, que son necesarias para que sean deportistamúsicopolíglotamatemáticos de primera.
Y ahora sí... Podéis lanzar los tomates 

CON M MAMÁ y D de DEBERES





15 comentarios:

  1. Este tema es de los que genera debate y parece que tampoco se puede hablar.
    En fin que yo si voy a hablar.
    Como madre me repatea el tema de los deberes pero reconozco que son necesarios aunque con límites. Tengo uno de 3 y otro de 5. El año pasado al pequeño que estaba en la guarde a veces le mandaban cosas para pintar en casa. Dime tu que necesidad tiene un niño de 2 años y para que sirve eso. Al mayor el año pasado en 2 de infantil los viernes salia con una carpeta y ha veces habia 4 o 5 fichas para hacer. Me parece bien que tengan un habito que luego la vida es muy dura pero también me parece que se pasan. Recuerdo el año pasado un puente de 4 dias que trajo 8 fichas para casa. Vamos a ver que los niños también tienen que desconectar no?
    Resumiendo todo puede estar bien pero en su justa medida y si la cuestión va a ser que tienen que tener deberes que no sea como algo obligatorio que si no los llevan ya te tachan de mal padre. Si te vas fuera todo el fin de semana que te tienes que cargar con los deberes? Nosotros el año pasado nos poniamos el viernes para poder tener el finde libre. Pero en una tarde a veces tenia que meterle 3 o 4 fichas
    Miedo me da este año que está en tercero y ya ni hablamos de primaria
    Bueno vaya rollo te he soltado je je
    Un besito

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    1. Jajaja! Gracias por tu "rollo", tranquila que el post gana en largo. A ver, como habrás leído, soy maestra y opino que los deberes deben ir acordes a la edad de los niños. Los deberes en infantil, en la guarde más concretamente, sólo deben mandarse con la pretensión de que nuestro hogar sea una prolongación de lo que hacen con sus educadoras, de manera que se cree un ambiente de seguridad y unión entre ambos ámbitos, para que nuestros hijos se sientan seguros con lo que hacen. Por eso lo de mandar alguna hoja para pintar, que hagan una manualidad navideña con nosotros. El fin es diferente. No es por crear hábito. En infantil, debería ser lo mismo: algún cuento para leer el finde en familia, alguna manualidad juntos, por los mismos motivos. Desde luego, 8 fichas me parece una exageración, y si se trataba de acabar algún retraso, quizás deberían habéroslo explicado. Imagino que alguna razón de ser tendría seguro (espero). Yo te animo a que, de la manera más normal, le preguntes a su maestra el porqué cuando esto se repita. A veces los papis nos precipitamos al opinar, pero tenemos todo el derecho del mundo a preguntar ;)
      Espero haberte ayudado.
      Un saludo y mil gracias por comentar (rollazo el mío)

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  2. Yo estoy de acuerdo con los deberes,pero mi hija tiene desde primero de infantil,primero investigación que era divertido y en tercero de infantil investigación y deberes y al final de curso fue una lucha,en verano hizo todos los días porque yo quise y bien y ahora en primaria trae tareas inacabadas y empezó la lucha.
    Yo estoy a favor pero necesito pautas porque ella no entiende porque no puede jugar:(

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    1. La historia es que SÍ PUEDE JUGAR. Estaría bien que hablaras con su maestra para que ella pueda darle wl mensaje positivo de los deberes desde clase. A veces nos hacen más caso a nosotros en el cole que a los papis en casa. A mí me pasa con Pichu, lo que dice su maestra ni lo cuestiona. Lo que puedes hacer es "revisar" horarios, detectar cuando está más mentalmente cansada. Igual necesita jugar y esparcirse un rato al llegar del cole y luego ponerse con los deberes. Por eso insisto en que las actividades extraescolares deben servirles de desconexión, porque si son de carga académica desde su punto de vista, entonces sí los estamos saturando.
      De todas formas, sabes que puedws preguntarme siempre que quieras. 😝
      Un besazo

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  3. La verdad es que estoy de acuerdo al cien por cien contigo en la mayoría de tus planteamientos. El problema es que al llevarlo a la práctica muchas veces fallan porque falta, precisamente, sentido comun.
    Para empezar, yo creo que debería de haber un criterio definido acerca de cuál es el objetivo de los deberes y de cómo plantearlos. Si sí, si no, pero algo establecido. Así nos evitamos, por ejemplo, pasarte dos años con un profe reacio a los deberes y al tercero encontrarte a otro que te carga de fichas y fichas.
    Desde mi punto de vista, los deberes deben reforzar el trabajo de la clase pero, sobre todo, contribuir a crear un hábito de trabajo y estudio. Mi hija no tuvo deberes ni en infantil ni el primer año de primaria. Sin embargo, en primero, todos los días intentábamos hacer alguna cosilla, aunque fuesen diez minutos o un cuarto de hora, para ir cogiendo esa costumbre. Más nos valió, porque en Segundo la nueva profe tenía una política totalmente favorable a los deberes.
    El problema es cuando llegas a la reunión de padres con ella, allá por el mes de octubre, y los padres empiezan a protestar porque los niños llevan muchos deberes -muchos, según se mire- y ¿qué hace ella? Tranquilos, ponemos menos. A ver, si tu mandas deberes con un fin, porque crees que es necesario para reforzar el trabajo de clase, después no puedes cambiar tu criterio porque los padres protesten. No, tendrás que exponerle tu punto de vista y hacérselo entender. Porque, de lo contrario, lo que parece es que los pones por que sí, para que pasen el rato.
    Tampoco entiendo que haya padres que protesten porque sus hijos, como no suman muy bien, les lleva una hora hacer diez cuentas, a ver si mandamos menos. Pues precisamente porque no suma bien deberías preocuparte tú de que haga cuentas y más cuentas, que en la vida hay procesos que no se aprenden por ciencia infusa, sino a base de práctica!!
    Y después, qué esperan los profesores de los padres? Que supervisemos los deberes y que los niños los lleven bien o que los hagan solos y puedan comprobar los fallos. Porque si yo los corrijo vas a asumir que mi hijo "controla" aspectos que realmente no domina.
    Además, si mandas deberes, sí o sí hay que corregirlos en clase. Y no se trata de que, de abril para delante, como se echa el tiempo encima y no nos da tiempo a acabar el libro (qué obsesión con acabar los libros), avancemos materia sin corregir la anterior! De qué sirve?
    Yo lo que creo es que a los padres tendrían que hacerles otro planteamiento: Yo no voy a mandar deberes, o mandaré deberes de forma puntual, para acabar fichas que no les dio tiempo en clase; pero os voy a proporcionar material de refuerzo, de tal manera que, el que quiera, y dedicandole el tiempo que quiera, pueda mejorar sus competencias. Y ahí cada padre con su conciencia.
    Lo que no me parece normal es ver, por ejemplo, como mi hija tiene problemas para asimilar las horas, o manejar euros y tú, día tras día, me sigas mandando hojas y hojas de sumas y restas, de colorear por resultados...
    No se si me he explicado, pero el rollazo que te he echado...
    Otro día, con más tiempo, entro también en el binomio conciliación familiar-deberes

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  4. Yo no te tiro tomates, estoy completamente de acuerdo. Mi hija aún no tiene deberes, así que no sé todavía si en Bulgaria se pasan con las tareas para casa o no. Sí recuerdo que cuando yo iba al colegio hacía un rato de deberes y siempre sobraba un rato para jugar, que es lo que debería ser. Creo que es mejor unas pocas tareas hechas con interés, que muchos deberes que al final el niño hace mal y con desgana.
    Un saludo!

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  5. Yo también estoy a favor de los deberes, aunque sólo sean un poquitos. A mí me sobrecargaron de deberes en la infancia y no tengo ningún trauma con ellos. Creo que pueden servir para que los niños repasen lo aprendido, y a tempranas edades,para que los padres ayuden a fijar conceptos y solventar dudas que quizás no han quedado resueltas con la mera explicación escolar.

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  6. Bonita mía, creo que hemos hablado de lo mucho que me gusta tu sentido común y este post es una prueba más de ello. O las dos estamos locas, jajajaa, que todo es posible.
    Yo tengo una opinión un poco diferente, que he tratado de expresar en el post apoyándome en los textos que me dan la razón (jajajaja) pero creo que estamos esencialmente de acuerdo en lo importante. Los padres tenemos la labor de apoyar a nuestros hijos en sus tareas escolares, independientemente de que nos guste o no lo que mandan o cómo está montado el chiringuito. Nuestra lucha debe moverse en otros foros, y los deberes escolares hoy son una realidad, y dentro de unos límites razonables, no hay ningún problema en que existan.
    Besos guapísima!

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  7. Opino como Vero Trimadre..... Sentido común el tuyo.... Y deberían tenerlo tb en los colegios.... Deberes si.... Pero en su justa medida por dios!!!!!!!! A mi me saca el sueño...... Porque si no estoy en casa.... Lo que me falta al llegar es tener que ponerme con la niña a hacer esos deberes que a veces no saben ni como empezar...... Personalmente pienso que..... Podrían empezar a hacerlos en el colegio...... Y acabarlos en casa o que hubiesen solo deberes para el fin de semana no perder el ritmo o simplemente repasar lo aprendido.

    Un beso y un post de 10

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  8. Estoy de acuerdo contigo y también con Vero, además creo que, con matices, las dos opináis muy parecido. Me gusta que mis hijas traigan deberes porque así se creo el hábito de estudio y de alguna manera nos permite a los padres participar del proceso educativo. No me gusta la sobrecarga, la cual mi hija mayor ha sufrido, por tener profes diferentes de lengua/mates e english/sciences. Ella que es matrícula, tardaba en esa epoco de tercero y cuarto de primaria, dos horas de media al día en los deberes. No era normal y lo pasó mal por el estrés que le suponía. Ahora la cosa va mucho mejor.

    Y por cierto, otra cosilla, que muchas veces los padres no tenemos más remedio que apuntarles a extraescolares por tema horarios. Es mi caso al menos.

    Un besote y gracias por exponer tu sabio punto de vista de mamá y maestra.

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  9. Deberes? Eso que inventamos algunos maestros para hacer niños infelices? Porque no tiene otro sentido... con lo "malfaeners" que somos no querríamos perder nuestro precioso tiempo de no clase corrigiendo...no? Luego, si ponemos deberes, únicamente puede tener una finalidad: crear conflictos familiares! Vuelve a salir el enemigo que todo maestro lleva en su interior...
    Con todo el respeto a todas las opiniones, el tiempo de clase no es suficiente para consolidar todos los aprendizajes que se exigen desde la administración. Me viene a la cabeza el tema de los 45 minutos de clase. Los niños necesitan poder trabajar relajados, sin pensar que quedan 7 minutos para que llegue la maestra de música.
    Si no queremos deberes, deberíamos empezar por un cambio en la política y metodología educativas, y poner los pies en la tierra para ver qué es lo que realmente queremos transmitir y enseñar desde la escuela.
    Por otra parte, el hábito de trabajo no viene a nosotros cual acné juvenil. Se va trabajando desde pequeños, igual que se aprende a hablar, caminar o jugar a la petanca.
    Una vez más, 100% de acuerdo contigo, Noni. Deberes, si. Pero que forme también parte de los deberes jugar, pasar tiempo en familia, aburrirse hasta tener que inventar algo y desarrollar así la imaginación . Hay tiempo para todo, así que hagamos uso del menos común de los sentidos y confiemos en el saber hacer de los docentes. Muchos no ponen deberes. Quizás su metodología permite consolidar los aprendizajes sin necesidad de mandar trabajo en casa. Mi admiración hacia ellos. Si alguno me quiere explicar cómo adquirir el hábito de trabajo que más adelante se les va a exigir.
    Cris G.

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  10. ¡Holaaa!

    A ver, yo le he dicho a Vero en su entrada que lo que detesto son los bandos, hay que decir sí o no en vez de buscar un postura con lógica... su entrada tenía mucha lógica, ahora, la tuya también. Al final voy a tener que mojarme, jajaja, y si tengo que decir sí o no pues digo sí. Pero como yo los tuve, que creo que es muy parecido a lo que tú planteas: nada de excesos y de esclavizar a los niños, que veo a muchos acostándose de madrugada. Como le dije a ella yo tenía días asignados por asignatura, por ejemplo. Nunca fui muy cargada, trabajaba un poco en casa y me dedicaba a otras mil cosas, alguna extraescolar o a estar en casa haciendo inventos o manualidades. Y agradezco mis ratos de estar pensando tranquilamente en casa en un problema con un enfoque algo diferente, aunque de esto hablo de cursos más avanzados, tipo bachillerato. En EGB llevaba cositas ligeras, aún recuerdo mi ficha de unas 10 líneas de la vida en la charca, jajaja, que tenía que aprender para el día siguiente. Pues oye, yo no lo recuerdo como un trauma. Y ya digo que bajaba al parque y las liaba pardas.

    Pues eso, sentido común en la vida, y menos teorías y menos extremismos =)

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  11. Qué comentarios tan extensos, no voy a leerlos, para quedarme con la esencia de tu texto. Creo que fue a raíz del texto de Tri, que opiné. Yo estoy de acuerdo con los deberes, siempre y cuando no sean de estar 4 horas más pegados el culo a la silla. Tareas o actividades que los niños puedan y sepan comprender, nada de tareas repetitivas, que para eso ya se pueden hacer en clase, o como preparación a un examen. Pero claro, yo la tarea que he puesto a los mayores, era más "divertida" dentro de lo que podía.
    También es verdad, que hay que saber organizarse. No es lo mismo un niño de infantil que uno de primaria, hay que irles enseñando que hay que organizarse, delegar tareas, etc...

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  12. (He aquí mi comentario del domingo, que se quedó en el limbo de mi móvil, lo mandé a una nota y ahora me lo he autoenviado al correo para pasartelo aquí ;-))

    Me parecen bien los deberes como hábito.. Pero como madre que hizo deberes, sin trauma alguno, me acoj*** no saber echarle una mano cuando lo necesite. Estaré a su lado para que me consulte, pero a escondidas con el IPad consultando a Mr. Google... En lo q dudo algo más es sobre las extraescolares: dame un par de horas de extraescolares divertidas, que fomenten otros hábitos sobre todo físicos (deporte en equipo, desarrollo motor) y quítame un par de horas de pantallas.. Creo que es cuestión de organizarse el tiempo, y llega un momento en que de la 3 extraescolares quizá sólo puedan hacer una, porque los deberes, los horarios o las necesidades, vayan cambiando

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  13. Buf...siempre hay controversia en este tema. Soy bioquimica y profesora de clases particulares (suelen hacer la tarea conmigo). Menos mal que hay deberes!!!!!!!! Soy profesora de la ESO y despues de muchos años dando clases veo falta de metodos de estudio, de interes y de hâbitos de estudio. En general veo que los alumnos están agobiados con mil actividades extraescolares y con poco tiempo en casa. Además de todo esto tener el móvil permanentemente en la mano NO ayuda a concentrarse!
    Para mí los deberes son imprescindibles desde pequeños aumentando en tiempo en casa al pasar de curso y empezando en primaria. Si no como van a tener hábito de estar en la mesa de estudio cuando lleguen a la ESO? Y en la carrera? Nadie regala nada! Deben saber que se tienen que esforzar dentro y fuera de clase. Y siempre tiene que quedar tiempo para descansar, para hablar con la familia, para hacer alguna actividad extraescolar. Todo es organizarse.
    Ahhh. Y para mí los padres NO tienen que hacer los deberes de sus hijos ni con sus hijos. Los padres ya hicieron los deberes cuando eran alumnos. Los padres están para ayudas puntuales nada más

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Estaré encantada de que opines, te expreses, me cuentes cosas y, en definitiva, de que nos comuniquemos ;) ¿Te animas a hacerlo?