7 de junio de 2014

Yo confío, tú... ¿confías?

Rubiazo se va a la granja. Sí, sí, a dormir. 

Ahora es cuando se escuchan los: "¿cómo? ¿a dormir? ¿con lo pequeño que es? ¿y lo dejas? Pobrecitooooo... Estás locaaaa..." Y un sinfín de preguntas y exclamaciones más que hacen que Maléfica, que tan de moda anda ahora, a mi lado sea un oso amoroso.

Pues sí, Rubiazo, con sus 19 meses recién cumplidos, se va a la granja a vivir una experiencia inolvidable, a dormir una noche fuera de casa con sus compis, lejos de papá, mamá y su hermana; y se va porque tanto su padre como yo CONFIAMOS PLENAMENTE EN SU MAESTRA EDUCADORA y, en general, en el equipo que lleva su escuela infantil y en el proyecto educativo que llevan a cabo, y dentro del cual está incluída esta salida. Sobra decir que, evidentemente, si no fuera así, no es que no iría a la granja, sino que directamente no estaría en esta escuela infantil. ¿Que es muy obvio lo que acabo de decir? Pues no crean señores, que parece que no tanto.
Los que me conocéis, y quizás los que me leéis, sabéis que en mi vida, además de ser madre, soy MAESTRA. Pues en esta entrada voy a tomar mi voz de maestra para hablar del presente de la escuela y la (devaluada) figura del maestro, sin olvidarme del estupendo empastre del nuevo currículum de primaria, es decir, de lo que se supone que nuestros hijos/as deberán tener consolidado al acabar la etapa de primaria.
Como decía, YO CONFÍO en la maestra de mi hijo, y en la de mi hija también. Eso implica que creo en su buen hacer, que sé que lo que hacen y cómo lo hacen es siempre pensando en el beneficio de mis hijos y de sus compañeros, en sus cuidados, sus necesidades y su educación. Como padres que confían en las maestras de sus pequeños, agradezco inmensamente su labor, sé que es bonita pero también sacrificada, y por ello, RESPETO su trabajo al 100%. Eso no quiere decir que si en algo no estoy de acuerdo lo acataré como un borrego, no, porque también creo en el diálogo, en la comunicación y en la posibilidad de entendimiento entre dos adultos que no opinan lo mismo. Pero lo que tengo (tenemos) claro es que JAMÁS DESACREDITARÉ A SUS MAESTR@S, y menos usando descalificativos, delante de mis hijos. Uno, porque nadie merece una actitud así, dos porque entonces el respeto que creo estar inculcando lo habré mandado al garete en cuestión de segundos. Los niños absorben y copian ABSOLUTAMENTE TODO, así que más nos valdría tener esto en cuenta en múltiples ocasiones, porque sus primeros modelos de referencia somos nosotros, y tal cual vean que hacemos o actuamos para con los demás, así lo harán ellos también. Y no nos engañemos, que con los primeros que practicarán esta manera de actuar será con nosotros mismos.
COMO MAESTRA vivo el día en el aula y en la escuela con ilusión, con ganas, con mil proyectos, con mucho amor hacia mis alumnos, bien sean de inglés o de mi tutoría, con mil ideas para llevar a cabo, con bloqueos porque las cosas no salen como esperaba y necesidad de "reiniciar" la máquina, con cansancio a veces y con energía la mayoría. Y vivo una realidad que, cada vez en más ocasiones, me decepciona enormemente y me entristece bastante. LOS PADRES NO NOS QUIEREN. O no nos valoran. O no valoran nuestra labor y nuestro buen hacer. O simplemente, falta comunicación. No lo sé. No sé lo que hay, pero algo está fallando, y a mi modo de ver, humilde como el que más, no parece que vaya a cambiar.
Cuando entro en mi aula cada mañana lo hago con unas ganas tremendas de comerme el mundo, y de enseñarles a mis alumn@s a comérselo también, porque me apasiona mi trabajo. En mi aula no enseño sólo lengua o matemáticas, intento, como muchos otros compañeros, hacer de la experiencia de aprender toda una aventura. Además, a diario, y durante varios momentos a lo largo del día, resuelvo conflictos, unas veces cosas leves y otras asuntos realmente difíciles. Tanto las primeras como los segundos son FUNDAMENTALES, y el tratamiento que les demos tanto en el aula como desde casa, cuando pedimos la colaboración familiar, es IMPORTANTÍSIMO, pues de ello dependerá que determinadas conductas no beneficiosas para el/la alumno/a implicad@ se erradiquen o se reproduzcan sin fin, y cada vez con más fuerza. Y hablo tanto de falta de motivación y esfuerzo, como de conductas graves disruptivas, como de acoso a compañeros, o mala educación y falta de buenas maneras a la hora de relacionarse con iguales o adultos. Porque todo cuenta, todo NO vale y todo influye y ayuda o perjudica.
Cuando te encuentras con respuestas, a mi modo de ver, desafortunadas por parte de la familia (en mi caso, las menos, gracias al cielo, pero las hay) se te cae el alma a los pies, porque te das cuenta de que hay algo que no está funcionando como debería, y no para comodidad tuya, sino pensando en el futuro de esa personita que está en tu aula y que, parece, seguirá actuando como lo hace porque sabe que se le consiente y se admite esa mala conducta. A mí se me llena el alma de impotencia cuando, en un intento de comunicar qué hay de "perjudicial" en cierto comportamiento para un/a alumn@, sus padres te responden con una desafortunada nota en la agenda en la que las buena formas brillan por su ausencia. Soy madre y, evidentemente, me gustaría que cuando me hablaran de mis hijos apreciaran sus virtudes, pero también deseo que en esta labor tan complicada de educar, haya quien pueda echarnos un cable y hacernos ver aquello que en casa no vemos; y podrá gustarme más o menos, claro está, que una no es de piedra, y me costará más o menos aceptarlo, pero... Señores, resulta que nuestros hijos no son iguales en casa que en la escuela, y es lógico, porque ni sus estímulos ni las interacciones que mantienen son las mismas, con lo cual su manera de relacionarse con el medio, cambia. Por tanto... No neguemos antes de escuchar. Está claro que hay gente para todo, y que profesionales con falta de profesionalidad o desmotivados los hay en todos los sectores, pero nuestra profesión es PURA VOCACIÓN, y como tal, merece un voto de confianza y un poco de cariño y consideración.
En los últimos tiempos he vivido, si no directamente sí a compañeros, "notitas" muy desafortunadas en las que la educación y los modales brillaban por su ausencia, en las que se dudaba claramente de nuestra capacidad y en las que casi se nos pedía que agradeciéramos que se nos dejaba a "sus niños" en nuestras manos, en las que se nos recordaba que "nuestra obligación es ocuparnos de ellos" y se dudaba 100% de que así fuera. En ocasiones así... ¡YO FLIPO! Es que no hay expresión que lo explique mejor. Lo siento si suena duro, pero me parece patético que personas a las que ves reflejadas en las actitudes (maleducadas) de sus hijos se crean con el derecho de menospreciar el trabajo de todo un claustro. La vida es más sencilla, oigan: no confían en nosotros, en nuestra escuela, en nuestras capacidades, en nuestra labor diaria (ésa que la leyenda urbana dice que acaba a las 17h y se va de vacaciones más dos meses sin pegar ni chapa)... Váyanse. No les guardaremos rencor, aunque sí lamentaremos mucho el futuro que les depara a sus hijos esa actitud mezquina y ese despotismo no ilustrado. 
Insisto, YO CONFÍO, TÚ... ¿CONFÍAS?
Y sí, obviamente, NOS EQUIVOCAMOS, MUCHO, CADA DÍA... Pero también hacemos lo indecible por aprender de esos errores. A mí personalmente me gusta decirles a mis "niños" que me he equivocado cada vez que lo hago (exactamente igual que hago con mis hijos), bien sea copiando algo en la pizarra, bien al intentar solucionar un conflicto, bien cuando pido silencio a quien no está hablando. Mis alumn@s SABEN QUE NO SOY PERFECTA (¡gracias al cielo! porque sería una responsabilidad insufrible), y saben que es genial cometer errores siempre y cuando tengamos la voluntad de repararlos. Me apena enormemente, pues, que la opinión generalizada actual sobre L@S MAESTR@S sea la de que nos equivocamos en todo, la de que no miramos por nuestros alumnos sino por nuestros intereses y comodidades, la de que nuestra labor no es importante y casi diría que innecesaria, la de que nos dedicamos a almorzar y tomar cervecitas en las excursiones si en ellas hay monitores... TRISTE. Porque si así fuera: no me emocionaría con una carta llena de faltas que dice "gracias" y "te quiero", ni con un dibujo en el que llevo una corona, ni me acostaría a las 00:00 remodelando la programación porque hemos adoptado un pez con la unidad de los animales o hemos empezando a trabajar en el huerto porque estamos estudiando las plantas, tampoco haríamos una salida de "pensado y hecho" por el barrio para aprender in situ el día a día de las calles de una ciudad y sus comercios para poder compararlas con un pueblo, ni me quedaría a mediodía corrigiendo cuadernos, libretas o controles, o decorando la clase mientras me como de pie un bocadillo, ni aprendería a manejar programas de pizarra digital para adaptarme a los nuevos tiempos, ni bajaríamos a dar la clase al patio porque así estamos más fresquitos o para medir con la cinta métrica, ni haríamos sesiones improvisadas de cuentacuentos, ni me inventaría un baile para aprender algo que cuesta, ni me ilusionaría con la caída del primer diente que hay que guardar para que llegue a salvo a casa, ni abrazaría a quien lo necesita, ni intentaría dejar a parte mis historias para recibirlos cada mañana con una sonrisa... Son tantas cosas las que hacemos con AMOR DEL BUENO, que ante tanta falta de CONFIANZA en nuestra labor se nos seca cada vez un poco un trocito de corazón. Sí, L@S MAESTR@S TENEMOS CORAZÓN.
Insisto... YO CONFÍO, TÚ... ¿CONFÍAS?
Parece que en nosotros no, pero sí en todas las patrañas que quieren venderte sobre la educación actual. Sí confías en toda esa filosofía barata de que los niños no pueden oírse un NO jamás porque se traumatizan de por vida y se bloquean... Y confías también en el NUEVO CURRICULUM DE PRIMARIA porque han dicho en las noticias que tus hij@s van a tener tropecientas "horas" de todas las asignaturas. Sin embargo, no has tenido en cuenta que:

1. Si no dices nunca "no" a tus hijos y no les pones límites les estás mandando un mensaje erróneo y dando una imagen irreal de lo que representa vivir en sociedad: no todo está bien ni permitido. Un NO a tiempo es un SÍ bien grande a la convivencia cívica y responsable, entre otras muchas cosas.
2. Los minutos son iguales que los que había con la ley anterior (y lo serán con la siguiente): ni se acortan ni se estiran porque no son de chicle.
3. Entonces, haciendo "la cuenta la vieja", parece bastante improbable que lo que te venden como "horas" sean horas de 60 minutos. Lo que pasa que da mucho juego cambiar la palabra adecuada, SESIONES o CLASES, por una que ataque directamente al subconsciente y lo deje idiotizado y pensando en que nuestros hijos acabarán primaria con un nivel de universidad, y de las buenas.
4. Por todo lo dicho anteriormente, debes saber que si hay 30 sesiones de, mínimo, 45 minutos, las sesiones o clases se van a reducir a MEDIA HORA REAL. ¿Que por qué? Pues no será porque alarguemos el patio hablando o subamos tarde a primera hora mientras nos contamos el día anterior, como a veces has pensado, sino porque ni alumnos ni maestr@s tenemos la capacidad de teletransportarnos, tampoco conseguimos sacar el material necesario con un chasquido de dedos a lo Mary Poppins, ni obviamos los conflictos que surgen a diario, varias veces al día, y que consideramos lo suficientemente importantes como para parar lo que sea y resolver ipso facto.
5. CADA NIÑ@ ES UN MUNDO y por ello aprende de diferente manera y a diferente ritmo. Los 45 minutos que plantea este MARAVILLOSO CURRICULUM (elaborado, seguro, pensando en y por nuestr@s hij@s) no contemplan pues la realidad del aula. En una clase, pongamos, de 1º de primaria con 22 alumnos, sin maestr@ de apoyo porque se ha suprimido un/a maestr@ de primaria en cada CENTRO PÚBLICO, puedes llegar a encontrar 1 niño que lee perfectamente, 5 niños que están en proceso de adquisición de la lectura y casi la tienen consolidada, 2 alumnos con NEE (necesidades educativas especiales), 2 con déficit de atención o atención dispersa, 4 aún bastante inmaduros para su edad y que por tanto van mucho más lentos que el resto en este proceso, y 8 de diferentes ritmos según el día y lo que tengan delante. Y todos y cada uno de ellos son IGUAL DE IMPORTANTES y nos necesitan de igual manera, pero en una sesión de 45 minutos, de los que descuentas 15 entre entrada/salida del aula, reparto/recogida/cambio de material, resolución de algún conflicto, cambio de maestr@... quedándonos con 30 minutos reales, lo siento señores pero ni poniéndonos la capa de HÉROES lograremos atender a todos ni de igual manera ni como merecen o necesitan, y además lograr que consoliden lo que acaban de oír.
6. Con tanto cambio de sesiones y áreas, y con sesiones tan cortas y destarifadas... ¿de verdad pensáis que va a mejorar el nivel actual de nuestr@s alumn@s, esos de los que, por otro lado, se nos dice que viven en otra realidad y sociedad diferentes a las nuestras y que por tanto debe recibir otro tipo de atenciones con otro tipo de metodologías? ¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ? ¿No queréis que se traumaticen pero por contra los infláis a actividades extraescolares después del colegio y además os alegráis por toooodas esas nuevas "horas" que el NUEVO CURRICULUM SE SACA DE LA MANGA (y que, recuerdo, no son horas sino sesiones)?
7. MAESTR@S-ORQUESTA:
Esos maestros y maestras que están sacándose títulos y más títulos a golpe de billete y universidad privada, los mismos que, nada más tengan el B2 (título según el cual el poseedor del mismo "Es capaz de entender las ideas principales de textos complejos que traten de temas tanto concretos como abstractos, incluso si son de carácter técnico siempre que estén dentro de su campo de especialización. Puede relacionarse con hablantes nativos con un grado suficiente de fluidez y naturalidad de modo que la comunicación se realice sin esfuerzo por parte de ninguno de los interlocutores. Puede producir textos claros y detallados sobre temas diversos así como defender un punto de vista sobre temas generales indicando los pros y los contras de las distintas opciones." Según el MARCO COMÚN EUROPEO DE REFERENCIA para las LENGUAS), 
estarán capacitados para dar clase de inglés y clase de cualquier área en inglés. Esto sería estupendo si fuera real y estuviera bien hecho, pero como todo aquello que se hace de manera rápida e interesada, siento comunicaros queridos padres, que nuestr@s hij@s no van a ser unos cracks en inglés, sino que van a seguir siendo a vergüenza europea por excelencia. Pero... queda muy bien decir que se está obligando al profesorado a sacarse el titulito de marras. Y así, idem con el resto de áreas, queridos padres, porque volvemos a la época en la que nuestros antecesores iban a la escuela: a esos maestros y maestras que daban de todo, estuvieran o no suficientemente formados, porque era lo que había, sin recibir, curiosamente, críticas de ningún tipo. Aunque mirándolo egoistamente, teniendo en cuenta que en aquella ÉPOCA DORADA la figura del maestro y la maestra estaba tan bien considerada, era casi una autoridad y recibía el respeto de padres y alumnos (y alguna que otra manzana)... IGUAL ME CONVIENE PERDER EN UN TIEMPO MI PLAZA DE MAESTRA DE INGLÉS (ésa para la que me he formado concienzudamente, he opositado y me sigo formando) y convertirme en MAESTRA-ORQUESTA.

Aunque, ¿sabéis qué es para mí lo mejor de todo este "merdel" (y perdón por la expresión) actual en el que me veo envuelta como MAESTRA que soy y ejerzo? LAS INCONGRUENCIAS que se lanzan constantemente en forma de mensajes capciosos y que todo el mundo cree y sigue, siempre y cuando no las diga un maestro, claro. ¿No decíais y creíais que nuestros hijos necesitan menos carga lectiva, cero deberes en casa (craso error, por cierto, porque el hábito de trabajo no es innato, necesita crearse) y más tiempo de juego? Entonces, ¿cómo narices os alegráis con toda esta sarta de despropósitos continuos? ¿Cómo consentís que jueguen con la base de toda sociedad y la tomen como moneda de cambio para vendernos la moto? 
Pues como decía al principio: YO CONFÍO, PERO EN QUIEN DE VERDAD DEBO HACERLO, EN AQUELLOS QUE SE DEJAN LA PIEL POR MIS HIJOS DÍA A DÍA, Y NO EN LOS QUE JUEGAN CON EL FUTURO DE ESTE PAÍS, QUE HAN DEMOSTRADO QUE HACEN SIN SABER Y DESHACEN SABIENDO QUE NO DEBERÍAN. 

Confío en l@s maestr@s de corazón, en quienes construyen, o lo intentan, cada día un mundo mejor para Pichu y Rubiazo. Gracias Carmina, Inma, Pilar, Juani, Ana, MariaJo, Cynthia, Susana, Ester, Belén, Eva, Mari Carmen, Andrea y todas aquellas maestras y maestros que han formado, forman y formarán parte de nuestra vida y de la nuestros hijos. GRACIAS POR CONFIAR EN NOSOTROS COMO PADRES Y POR VUESTRA LABOR DIARIA, DEDICACIÓN, ESFUERZO Y CARIÑO PARA CON NUESTROS HIJOS. GRACIAS.

 Y TÚ... ¿CONFÍAS?

CON M DE MAMÁ y de MAESTRA

15 comentarios:

  1. Gracias.. por la parte que me toca!!! ¿Podríamos pedir un contrato firmado con compromisos varios a los padres que matriculen a sus hijos en nuestras escuelas? Ojalá. Un beso enorme!!!

    ResponderEliminar
  2. Noni, yo estoy en el otro lado de la ecuación, en el de los padres, pero entiendo lo que digo. Lo vivo a diario, con grupos de wass, FB, corrillos de patio poniendo a parir a los profes: al de antes, por A; al sustituto, por B; al de ahora, por C; al del próximo curso... sí, al del próximo curso también, no vaya a ser que le dejemos hacer su trabajo en paz.
    Yo parto de la base de que ellos son los profesionales, los que saben de esto, e igual que a mí no me gusta que valoren mi trabajo sin argumentos o se metan en él, entiendo que tampoco yo debo hacerlo. Ahora bien, este año, solo aplicando el sentido común, discrepo, y mucho, del planteamiento que han realizado en la clase de la mayor. Pero supongo que eso forma parte también del aprendizaje, adaptarse a situaciones que no son las idóneas... Pero, sobre todo, trato de no desacreditarla delante de la niña porque precisamente eso creo que es un perjuicio para todas las partes.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Gracias ,gracias ,gracias yo teniendo profesores de instituto en mi familia y con los líos del bilinguismo no se que preparación van a tener nuestros hijos pero lo que tengo claro es que a vosotros OS exigen un 200 por ciento y cada vez tenéis mas presión y no sois maquinas .yo confió

    ResponderEliminar
  4. Yo dejo a mis hijos en el cole y cedo mi autoridad es de ese momento. Si no estoy de acuerdo con algo, lo hablaré con ellos, nunca desacreditar a un profesor delante de los niños, porque en el colegio se lees educa. Bravo por la tremenda tarea de los profes. Y más si don como tú. Yo confío.

    ResponderEliminar
  5. Me encanta. Me siento identificada como madre y como maestra. Creo que se puede decir mucho más alto pero no más claro. Por cierto, no pienso que estés loca por dejar ir a tu peque a la granja a dormir, yo también lo haría!!

    ResponderEliminar
  6. ¡Has dicho! ¡Me encanta! Sólo diría que son más los padres que confían que los que no, y eso también lo tenemos que ver.
    GRAN MAESTRA, MADRE, MUJER... TQ!

    ResponderEliminar
  7. Soy mamá, soy profesora y no puedo estar más de acuerdo contigo! Me ha encantado tu blog y ver que compartimos ideas respecto a cómo criar a nuestros hijos y a las constantes "reformas" educativas que cada vez devaluan más la calidad de la educación y nuestra labor. Ya tienes otra seguidora! Si te apetece pasarte, yo también tengo un blog: http://princessandowlstories.blogspot.com

    ResponderEliminar
  8. Esa Noni!! Ahí "las dao" reina!!
    Nosotros en casa tebemos a "la tieta" de Martín que tb es profe, ella de infantil y sinceramnte hasta q ue no empezo a trabajar, ya lleva algunos cuantos añitos...no nos dimos cuenta de lo que REALMENTE trabaja un profe... bien es cierto que habrà detodo como en botica pero yo he visto lapasión, horas y esfuerzo q se lone en este trabajo y... CHAPÓ me quito el sombrero ante vosotros los MAESTROS.
    Quien quiera verlo os admirará y necios...pues siempre hay.
    YO CONFIO!!

    ResponderEliminar
  9. Debe de ser terrible dejar a un niño en el colegio y salir pensando que le dejas incluso a comer con una petarda que sólo está alli para cobrar el sueldo de un ministro a fin de mes ¿verdad?
    Me enseñó mi madre el respeto al maestr@, el que dijera lo que dijera era como si lo hubiera dicho ella. No de discutía y punto.
    Cuando salí del colegio me enteré que alguna vez le tocó ir a discutir con ellos.
    Tenian la costumbre de castigar dejandonos una hora más por la tarde sin avisar a los padres y ya volvía sola a casa, No lo volvieron a hacer!
    Me guste más o menos el profe que les toque jamás le critico delante de mis hijos.
    El mayor ya está en la universidad. Yo me adjudico un 10% del merito de que haya llegado y con tantas ganas. El otro 90%.... Te diría que una de sus maestras es responsable

    ResponderEliminar
  10. (Se cortó) responsable de al menos un 70%.

    ResponderEliminar
  11. Hola, magnífico post, me siento totalmente identificada en la parte de profesora...por cierto, que yo también soy de inglés ;)
    Yo tngo claro que la de profesor es una de esas profesiones que se hacen por vocación y eso se nota.
    Un saludo!
    cuentos de amatxu

    ResponderEliminar
  12. Yo confió, confío plenamente. Si no lo hiciera no viviría tranquila. Nuestros hijos pasan muchas horas con sus profes y no me imagino la opción de no confiar en ellos. Os respeto enormemente y me parece que hacéis una labor preciosa, educar a nuestros hijos, nada más y nada menos! Pero de nada sirve sí luego en casa hay padres que tiran por la borda todo vuestro esfuerzo. En casa nunca jamás hablamos mal de nadie delante de nuestras hijas, podremos no estar de acuerdo en algo, es normal, pero nunca eso será motivo para desacreditarle delante de ella.
    Fantástica reflexión!

    ResponderEliminar
  13. Jo, como me alegra encontrar a alguien que piense como yo!! Yo confío!! Y además, creo que la profesión de maestra es de las más bonitas y sacrificadas que hay, que lo damos todo, y formamos un vínculo estupendo con los niños. Les ayudamos a crecer y a formarse como personas del futuro.

    ResponderEliminar
  14. Yo para este tema casi que prefiero los métodos antiguos en los que los padres y profesores parecían estar siempre en la misma corriente de pensamiento y los niños sabían que debían un respeto igual a ambas figuras. Ahora los profesores creo que andan bien poco valorados por las familias y así no hay forma de inculcar valores a los bichillos.

    ResponderEliminar
  15. ESTIC D 'ACORD AMB TU. ELS MESTRES SOM MONEDA DE CANVI DELS POLITICS. CANYA AL MESTRE. NI LA CONSELLERA NI LA CORT DE LLEPASOTANES DEL SEU VOLTANT ELS INTERESSA L EDUCACIÓ NI EL MES MINIM. NOMÉS ELS INTERESSA ELS VOTS I LA SEUA POLTRONA, I SI PER GUANYAR VOTS I POPULARITAT TENEN Q ARROSSEGAR ALS MESTRES PER TERRA NO HO DUBTEN . ESTEM A 15 DE JUNY I NO TENIM CURRICULUM. LA CONSELLERA NO HAURIA NI D ANAR A DORMIR FINS Q NO ESTIGUERA PUBLICAT. PERO NO CRIDEU A LA CONSELLERIA Q ALLI "NI ESTA NI SE LA ESPERA". I ELS PARES CONTENTS? DONCS ELS Q ES DEIXEN MANIPULAR SI. PERQUE PENSE COM ROBERTO LA MAJORIA DE PARES SON GENT DE BE I MOLT RAONABLE. PERO LES MINORIES SON MOLT SOROLLOSES.

    ResponderEliminar

Estaré encantada de que opines, te expreses, me cuentes cosas y, en definitiva, de que nos comuniquemos ;) ¿Te animas a hacerlo?