16 de diciembre de 2013

Dicen que cuando se cierra una puerta...

Se abre una ventana.
Voy camino de cerrar para siempre la que ha sido tu casa estos últimos diez años. La casa en la que nuestra relación padre-hija/hijos ha madurado, ha crecido, se ha fortalecido, se ha enriquecido y se ha asentado, aportándonos a todos grandes momentos que recordar, duras situaciones de las que aprender y sobre todo mucho amor sobre el que construir.
Hace una tarde fría, desapacible, gris. Es una tarde rara, de nervios, de extrañeza, melancolía y mucha tristeza.
Ojalá sea cierto que al cerrar esa puerta para siempre se abra la ventana de tu nueva casa de par en par. Y si es así, acuérdate de dejarla siempre abierta, porque quizás queramos asomarnos a buscarte a través de ella, o dejarte notitas en el alféizar y que nos llames pesados.
Ayer justo cerrábamos para siempre el grupo que teníamos los cuatro asignado a tus citas de médicos y demás. Llevaba rehuyendo de ese momento tiempo, pero era inevitable y sé que, en el fondo, también necesario. Hoy pasamos algo más que una página en esta historia tuya y nuestra, hoy cerramos uno de los tomos. Pero a sabiendas de que abrimos otro que ha de enriquecernos lo que nos queda de vida.
Por suerte ya he encontrado otroclugar en el que hablarte a solas, llorarte no necesariamente en silencio y pedirte consejo. Aún así, y a pesar de que una casa no deja de ser un espacio físico, no puedo evitar sentir un nudo en el estómago, los ojos empañados y el corazón encogido.
Jamás volveré a asomarme a ese balcón y contemplar la subida de la ermita, la huerta y, disimulado y discreto allí a lo lejos, el mar, ese mar tan tuyo y que tanto has amado.
Me quedo con cada rincón de esa casa guardado en mi cabeza. Ese olor tan único a ti y a tabaco. Me quedo con tus últimos días allí, con tu despedida y tus últimos besos en ese salón en el que tu cuerpo "dejo de funcionar" y te convertiste en un ser de luz, en alma.
Adiós casa de papá, en un rato cerramos tu puerta para siempre.
Gracias por haber sido nuestro refugio en estos últimos años y, sobre todo, nuestro lugar de paz y encuentro en sus últimos días.
Y ahora... Toca abrir esa ventana.

3 comentarios:

  1. Que bonitas palabras de despedida.. Pero como bien dices, se ha abierto una ventana que no se cerrará nunca más!!!un besaO

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  2. Preciosas palabras. Creo que están dejando un legado inconmesurable para tus hijos y para ti misma con todas estas entradas!
    Un abrazo cálido, guapísima!!

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  3. Sencillamente emotiva y bella despedida... te abrazo fuerte...♥

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