18 de diciembre de 2012

ESTAMOS DE PUENTE (o lo que pasa cuando neuronas y hormonas se van juntas de "fiessshhhta")


Parecía imposible, pero lo conseguimos. Porque eso sí, somos una familia a la que le van los retos. Al fin estábamos "los de la zona ZAS" en el lugar de destino: el chalet de nuestros amigos.

Y, sin saber cómo, se nos hizo de noche.
No, no es la letra de ninguna canción de Sabina, es la pura realidad, más cierta (y menos choni y menos triste) que cualquier reality show. Pero es lo que tiene vivir en un bucle que rueda a la velocidad del sonido (es que ésta me gusta más que la "de la luz", porque como siempre vamos con banda sonora incorporada, pues se ajusta más a nuestro "modus vivendi"). 
La cuestión es que Patricia Manterola se vino con nosotros, aunque no de cuerpo presente (uyyyy... Pero qué yuyu da esta expresión...), y fue bajar del coche y empezar ya a tope mil con su "¡que el ritmo no pare, no pare, ¡NO!, que el ritmo no pare!" ... Y claro, como el movimiento ya lo traes de serie, entre balanceos varios, mecer en brazos, llevar el carro a diferentes velocidades y ritmos... pues empiezas, te lías, te lías, te lías... Y ¡aleeee! "¡Pero si son las diez, chicos!" 
Es que fue llegar y empalmar una secuencia detrás de otra, eso sí, ninguna tranquilita: "ale, rápido, que coma Pichu y así hace la siesta", "la comida ya está", "hala, id comiendo que a estos ahora les ha dado por pedir", "venga, acelerad chicos, segundo turno", "uy, Pichu ya se ha despertado", "les toca teta otra vez", "¡ostras! Hay que bajar a comprar", "vale, lo baño yo primero", "haz la cena de Pichu", "y nosotros ¿qué cenamos?", "teta otra vez", "¡Pichu dormida!", "¡Gordito y Pollito también!", "¿cenamos?", "¡buf! Yo ya no tengo hambre...", "tetas fuera de nuevo"... (¿Qué? ¿A que estresa?) Y la Manterola mientras venga el cante hondo y el movimiento de cadera. 
Claro, si observas la estampa desde fuera, te explicas muchas cosas. Y llegas a la conclusión de que las pifias de las mamis modernas tienen un porqué. Y que las cosas sin sentido que parece que hagamos... Son sólo desconexiones cerebrales que padecemos cuando nuestra neurona rebelde, (la que vive en una eterna adolescencia y sueña con botellones a toda hora, ¡esa!) se convoya con las hormonas postparto, que son tropecientas (o igual no tantas, pero es que hacen tanto follón como si lo fueran), y la lían parda. Y es que la neurona se las sabe todas, vale, pero es que las hormonas son un pelín "happy flower-que fluya la energía", y son muy del movimiento "carpediem, que son dos días". Y por eso, si han de llorar, lloran como si no hubiera mañana (muy apropiado para estos días, por cierto... Porque entre el 12-12-12 y el 21-12-12, estoy en un sin vivir de angustia. Que me paso el pu...ñetero día mirando la hora y sumando, restando, muliplicando por 9 y dividiendo por 5-tararirotarariro, para saber a cuánto estoy de palmarla. Bueno, yo y todos vosotros, ¡a ver si pensáis que el fin del mundo me va a tocar sólo a mí!). Y si han de reír, ríen histéricas como hienas, las tías. Y lo peor de esto es que, como después del parto, tu interior es una autopista de hormonas que van, vienen, cambian de sentido, chocan... Pues la histérica pareces tú. 
Gracias pues a nuestras hormonas y neuronas (las de mi amiga y mías, y en ocasiones las de nuestros maridos) y sus movidas varias, este puente ha sido escenario de momentos como los que siguen a continuación: 
1. Momento "esto no me puede estar pasando a mí". Después de todo el día venga el "que el ritmo no pare, ¡no!", te das cuenta de que te haces mucho "pis", así que te liberas de tus retoños y te diriges al baño. Te diriges allí con la pinta de costumbre (pero un poco peor, que vas chandalera): camiseta medio subida (o medio bajada), suje desabrochado, disco de lactancia haciendo acrobacias para no caer, ¡teta (casi) fuera! y (esto es nuevo) chaqueta deportiva a medio poner, es decir, una manga sí, otra no (es lo que tiene que te entre un frío polar de repente y tengas medio cuerpo inmovilizado por estar en tu "momento vaca lechera"). Hasta aquí todo ok (al menos para mí). Pero, de pronto, cuando vas a salir del baño, notas que tu manga "libre", la que no tapa ningún brazo y que llevas rollo mantón de manila... ¡¡ tiene el puño mojado!! ¡¡¡Aaaaaaaaaaaah!!! Y en ese momento deseas que sea 12-12-12 (o 21, ¡me la trufa! Pero ¡algo!). Te quitas la chaqueta en un movimiento tan rápido y estratégico que ni en Matrix, mientras te lavas hasta el codo, por si acaso la humedad viene de donde no quieres que venga, con lejía y desengrasante (que seguro que juntos hacen más efecto) y te arrodillas pegando la cara al suelo, cual guerrero Masai en plena danza, mientras recitas "que haya agua en el suelo de cuando se han bañado los pitufos, que haya agua en el suelo de cuando se han bañado los pitufos... ¡QUE HAYA AGUA EN EL SUELO POR SU MADRE!". Pero no hay... Entonces, respiras hondo, te recompones y sales al salón; y con voz firme(mente jo...robada) dices: "que ya no hace falta que nadie meta la manga en el wáter, que eso ya lo he hecho yo. Pedíos otra cosa". Y te vas, para darles su momento "descojone" y que no te duela el orgullo. 

2. Momento "tanto va el cántaro a la fuente" o lo que supone tener un salón-comedor adaptado, es decir, lleno de cositas para los retoños: carro 1, carro 2, maleta de juguetes, manta multijuegos megainteractiva, hamaca musical ultrahiperfuncional con sensor de pis, mantas y arrullos por doquier, etc... Esto supone que, o andas mirando al suelo, o te la pegas. Pero bien pegada. No una caidita de esas de "uy, nadie se ha dado cuenta". No, no. Una leche en toda regla, vamos. ¡Y que conste que no fui yo! (yo ya había tenido mi momento). Fue el marido de mi amiga, que en su empeño por ejercer del anfitrión perfecto y evitar que el fuego se apagara, hizo más excursiones a por leña en una tarde que expediciones Jesús Calleja en un año. Y en cada llegada a la chimenea cargadito de troncos, ¡zas!, tropezón con la hamaquita. Que tú dirás "¿y por qué no la apartaba?" Fácil. Pues porque si no, no teníamos entretenimiento el resto. Que al segundo viaje, y viendo que la cosa iba para largo, ya habíamos sacado las pipas, las chuches y las "cokes", y cada vez que subía, descargaba y tropezaba, lo acompañábamos con un "uuuuuuy". Hasta que al final... ¡Pasó lo inevitable! ¡Lechazo al cantoooooo! Tronco en un brazo, plato cargado de embutido en el otro, una pierna en el aire rollo "karate kid" y la otra con el pie "en puntas" a lo Tamara Rojo. Querido J, gracias por ese momento tan patoso y por tu cara de dignidad en todo momento, sin duda, eso fue lo mejor. 

3. Momento "proteína animal". O ese glorioso momento en que mi amiga Helen decidió castigarme a no comer ningún tipo de carne, ninguno. ¿Que por qué? ¡Yo que sé! Preguntádselo a ella, porque yo aún estoy intentando averiguar "qué quiso decir el autor con tan maravillosa cita". Para vuestra información, antes de seguir, diré que el pediatra de Pollito me ha quitado la proteína de vaca de las comidas, por el tema de los cólicos y tal. Nada más. Quedaos con esto: sólo he de evitar la proteína de vaca... Bueno, pues la cosa fue como sigue. Estábamos haciendo la lista de menús para saber qué había que comprar, y fue mencionar la palabra "torrá" y mi querida amiga entró en un estado entre catatónico y levitativo, y tras unos segundos con la cabeza girándole 360º, gritó "¡¡¡TÚ NO PUEDES COMER "TORRÀ"!!!". Que a mí casi se me sale el corazón por la boca... Yo, todo lo tranquila que pude, le dije: "Helen, no sé en vuestra casa qué torráis exactamente, pero yo pensaba en embutido, que es cerdo, chuletas de cerdo...". Y, entonces, pasó. Sólo le faltó apretar el típico botoncito de los concursos que hace "meeeeeeeeeeeeeeeeeeec" para contestar y ganar premio, mientras decía la frase que, a día de hoy, será el epitafio de su lápida, a lo Groucho Marx: (y lo dijo así, de sopetón, sin casi respirar) "Pero las chuletas de cerdo no son de cerdo, ¿no? Son de cordero. ¡Ah, no, no! ¡Las chuletas de cerdo son de vacaaaaaaaaaa!!". 
Acto seguido, yo me levanté y entré en la casa. Sí, es que no quise estropear su "momento revelación-espíritu libre"...

4. Momento "repostería creativa". O mejor, "momentos", porque la cosa, como todas las demás actividades del puente, fue por etapas. Pues eso, los momentos en los que tu amiga y tú os sentís tan inspiradas que, con la excusa de que a la pitufa le gusta la repostería, os ponéis las tres con las manos en la masa, pensando en que ni las mejores fotos de los mejores pastelitos de los mejores reposteros van a superar las fotos que le haréis a vuestras fantásticas creaciones reposteras. Y así, ignorantes de la vida, sin tener en cuenta un millón de cosas, os ponéis a ello y pasáis de la ilusión de hacer vuestras primeras piruletas de bizcocho juntas, en armonía y con la cocina toda llenita de amor y creatividad, al "descojone" máximo cuando vuestras piruletas, que debían tener este aspecto:
pasan a parecer pollos desplumados o accidentes culinarios... Máxime cuando una de ellas, además, se parece sospechosamente a la cabeza del periodista José Oneto y su siempre particular peinado (con todos mis respetos)...
 
Y os pasáis un rato largo muertas de la risa, con los ojos llenos de lágrimas, ganas tremendas de hacer "pis", una hija/sobrina con cara de horror (y pelín de vergüenza ajena) de ver tamaño espectáculo, y una cocina llena de trozos de bizcocho pegados al suelo y pegotes de chocolate "all over the world". Pero oye... ¡qué bonito es cocinar en familia!
Y mientras, vuestros maridos, después de asomarse y presenciar la escenita, han cogido a los dos pequeños y se han largado lejitos, por si se les contagiaba algo.

5. Momento "tulipán" (otro de los momentos "repostería creativa"). ¿Sabéis los moldes esos tan cuquis que hay para hacer galletitas? Sí, ¿qué pasa? También hicimos galletas; y con mejor resultado que las piruletas, por cierto. Bueno, pues yo me pasé largo rato intentando adivinar qué narices era una de ellos... Y como el resto de moldes con los que lo había comprado eran muy primaverales-pascueros, de pronto se me encendió la lucecita y lo vi claro: ¡OSTRAS, CLARO! ¡ES UN TULIPÁN! 
Y en principio, ahí quedó la cosa, porque yo no mencioné a nadie mi duda existencial en ningún momento. Pero cuando las galletitas estuvieron listas para ser devoradas, yo, llámalo inercia, casualidad o destino, me fui directa a por el tulipán... Y sin querer, mientras miraba la galletita y le daba vueltas, pensé en voz alta: "sinceramente... éste es un tulipán bastante extraño...". Aún no había acabado la frase, y mi querida amiga ya estaba partiéndose de risa de una manera casi ofensiva (ahora, que quien ríe el ultimo... ¿eh, proteína de vaca?). Y, a continuación, soltó bien altito, para que se enterara hasta el vecino:
¡¡ES QUE NO ES UN TULIPÁN! (ahora ya le caían las lágrimas sin parar...) 

¡¡¡ES...





UN CONEJO!!!
Oye, pues qué queréis que os diga... Que una vez hecha la galleta, vale, sí, quizás estaba más claro. Pero ¿vais a decirme que lo de más arriba es un conejo? ¡Veeeeeenga ya! 

Sinceramente, estar de puente es muy divertido. Sí. Pero siempre y cuando no haya fotos de por medio que puedan revelar nuestro lado oscuro, el de las madres modernas, digo.
Porque cuando eres una chica JASP (Joven Aunque Sobradamente Preparada), cualquier foto haciendo el gili mola, porque hacer el gili mola, y porque cuando las miras piensas: "¡pero qué ideal que soy, o sea!". 
Cuando eres MADRE (M-A-D-R-E), ¡NO! Porque luego ves las fotos y piensas: "vaya pinta gilip..alurda tengo" o "¿qué narices era eso?". Y te pones a llorar (pero de la risa, a lo "proteína de vaca") mientras cantas "Aaaaah! Cómo hemos cambiadooooo, qué lejos ha quedaaaaado..." y Patricia Manterola baja del escenario y deja paso a Sole, de Presuntos Implicados.

CON M DE MAMÁ

4 comentarios:

  1. Noni...ni mi cabezahumorista preferido (RUBIANES) lo hubiera dichoescrito mejor. Ya estás lista par ahacer monólogos profesionales. Me has hecho pasar un rato de lectura tan genial que habría que pagarte "por letra y por sílabas". ENHORABUENA, preciosa. Ya le puedes quitar la "h" a la palabra "hescritora", con mayúsculas y todas las letras.Os-k-m

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    1. ¡Ay, Pura! ¡Que me quieres demasiado!
      Aunque reconozco que me encanta imaginarte muerta de risa mientras lees cada una de las pifiadas que he(mos) hecho. Y lo mejor es que te imagino a ti hace unos años (poquitos, poquitos) en situaciones muy parecidas y diciendo "¿pero esto qué é lo que é?".
      Gracias por insistir, e insistir, e insistir... ;-) Aunque te haya hecho caso casi tres años más tarde...
      Tqms mucho!!!

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  2. Mientras me seco las lágrimas de mi cara de loca y me masajeo mis mejillas doloridas, me decido a escribir para confirmar todas y cada una de las aventurillas arriba descritas y, como la que no quiere la cosa, a ver qué me invento yo para defenderme del momento "proteína de la vaca"...
    Empezando desde el principio...con qué momento mágico quedarse? Pues no sé, pero vamos, magia pura es lo que hay que hacer para cuadrar a tres retoños- ideales, eso sí - con sus horas de teta, merienda, sueño?, no sueño, teta sí, teta no, siesta? , no siesta, cena, teta otra vez, baño, un pipí por aquí, otro por allá, oh no! caquita espaldera para allá, mami! que no me aguantoooo, va! otro cólico, uy! el niño que vomita... etc, etc y un muuuuuy largo etc. Qué intensidad, qué manera de no aburrirse ni un ratito, qué sucesión de acontecimientos…
    Y siguiendo con el resto… qué elegir como momento estrella? Sí es que nada de lo que allí pasaba era normalito, si no era una cosa era otra!!! Los tropezones de mi querido marido fueron buenos, eh! Pero, y no me reguiñes…el momento tulipán-porque-yo-aquí-no-veo-el-conejito-de-pascua-y-eso-que-se-ve-fácil fue GRANDE, muy grande! Jajajaja. Lo de la repostería tampoco tuvo desperdicio, no señor, y no desperdiciamos nada tampoco, eh majeta, que íbamos recogiendo las migas del bizcocho y repelando la masa –cruda- de las galletas como si fuera el día de “va, hoy te saltas la dieta”. Madre mía!! Qué manera de comer!!! Y de nuestro desespero por conseguir los aparentemente fácil cakepops? Eso fue una broma, seguro que las fotos del libro está con photoshop. Si no, yo no lo entiendo.
    En fin, que me sigo riendo más, y más, y un poco más al rememorar todo aquello pero, sin duda, el momento proteína de la vaca me ha llegado. Sí, sí, porque eres muy cruel, y no por haber exagerado … es que lo peor es que es verdad!!! Qué vergüenza Dios, que manera de ruborizarme!! Aun así, debo decir que fue una confusión muy momentánea, efímera, lapsus de milisegundo, os lo prometo! Si yo aprobé EGB, en serio. Me sé familias de animales y de todo. E incluso en inglés. Es que, tú también, que un fallito lo tiene cualquiera… Vaca, cerdo, cordero? Todos tienen 4 patas y están de muerte!!!! Aunque bueno, más me valdría pegarme un repasito sobre el reino animal, que ya veo que a mi chiquitín le van a decir de todo en el cole como se presente con tanta sabiduría gracias a mí… Pobret.
    Pero mientras busco mis antiguos libros de Naturales y me pongo a ello… ya me estoy empezando a reír de solo visualizar nuestro próximo puente y, aun mejor, la entrada que le sucederá!!! Sis, vete haciendo las maletas -muchas,seguro- que nos vamos de finde rural con cerditos, vacas y otros animalitos con proteínas de esas raras!!!!

    Te quiero !!!! Cómo me he reído madre mía!!! You are the best!!

    Helen.

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  3. Jajajajaja!!!
    Helen!!! Has tenido una idea perfecta!!! ¡¡El próximo puente nos vamos de granja escuela!! Creo que nos vendrá muy bien a las dos (a ti un pelín más :-P ).
    En tu defensa diré que, efectivamente, aprobaste EGB, pero reconoce que eras más de inglés que de naturales :-D
    Y dicho esto... Ojalá a este puente le sucedan muchísimos más, porque hacía tiempo que no me reía tantísimo, y lo mejor es que conforme pienso en todo, más me río. ¡¡Vámonos de puente ya!! Es más, ¡¡inventémonos un puente!!
    Yo también te quiero muchísimo, sis, aunque quisieras hacerme vegetariana. ;-)
    ¡¡Y que vivan las vacas, sus proteínas y todos sus derivados!! Yo, eso sí, seguiré con la soja...

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Estaré encantada de que opines, te expreses, me cuentes cosas y, en definitiva, de que nos comuniquemos ;) ¿Te animas a hacerlo?