Hace calorcito veraniego ya. ¡Yihaaaa! Bueno, en concreto llevamos dos días, pero en Valencia somos exagerados por naturaleza en cuanto tenemos un día de ponentà (que no es otra cosa que un día de esos de poniente infernal), buscamos el bikini, nos vamos a la playa y sacamos las sandalias.
Y en eso estaba yo hace un rato. En buscar una bermuda cortita para bajarme a la terraza y empezar a dejar de parecer la hermana mayor de Casper.
Me preparo la ropa y me meto en la ducha con más ilusión que si me fuera de viaje a Las Canarias.
- ¡Aaaaaaaaaaaaaaa! ¿QUÉ ES ESOOOO? ¿Qué es eso que tengo en las piernas? ¿En qué momento Rubiazo me las ha pintado con permanente?
Miro más de cerca, espantada, y no... No es permamente... ¡Son pelos! ¡Que digo pelos! ¡SON RASTAS! ¿Perdonaaaaa? ¿En qué momento he dejado de ser "ella" para pasar a ser "él"? ¿Cuándo me he convertido en mi versión troglodita, en mi antepasado más pasado?
Pues ésta es una de las maravillas de la maternidad acelerada, queridas. ¿A vosotras no os pasan estas cosas? (Que digan que sí, que digan que sí... ¡DECID QUE SÍ!). Me ducho todos los días en un estado tan de tornado, tan "Taz de Tazmania" que, evidentemente, me enjabono casi a ciegas y menos aún paro a ponerme crema, ergo no soy consciente de que parezco un osezno. Suerte la mía que tengo cuatro pelos mal contados. Si no cualquier día amanezco con Rubiazo, Pichu y su Papi enredados en mí y gritando auxilio, a lo Rapunzel pero sin magia y encanto.
O cualquier mañana me confundo a mí misma con Epi o Blas (jamás he sabido quién es quién, y moriré sin saberlo) al mirarme al espejo y ver una ceja en vez de dos. Y lo peor es que no me daré cuenta hasta que no empiece a hablar sospechosamente con susurros afónicos.
Otra maravilla de la maternidad acelerada es la combinación imposible de estilos y prendas porque tú eres la única de la familia que no has hecho "cambio de armario". Sacas el mismo vaquero que ayer, que parece diferente porque te lo has decorado con naranja fosfi por un error de cálculo, la misma camisa sin mangas de hace dos días que ya se ha secado porque es casi transparente del (sobre)uso que le has dado, unas zapas de esparto y una chaqueta así más, más... Más gordita y abrigada, porque no sabes en qué cajón o bolsa del altillo tienes las de entretiempo. Te miras al espejo y piensas: Creo que esto es como ser un poco hipster pero sin barba. Y entonces una luz se enciende en tu cerebro materno y te miras al espejo muy de cerca: ¡MIERDA! Barba no pero ¿¡ESO ES BIGOTEEEE!? Vale, pues ya no sé si soy hipster o capitán general. Lo que sí sé es que he ido así por la vida, feliz como una gamba en salsa rosa, y creyéndome el paradigma de la modernor hecha madre.
Así que en vista de que la maternidad es la maravilla mundial que nadie considera como tal, he pensado montar una plataforma y recoger firmas para registrarla como la primera maravilla por orden lógico. Y de paso, recogemos más firmas para que a las madres se nos considere patrimonio de la humanidad, como mínimo digo, porque con un día al año no creo yo que haya reconocimiento suficiente para tanta maravilla forzosa implícita en el contrato materno.
¡FELIZ DÍA DE LA MADRE BONITAS! 😊😊😊
Deseo que mañana disfrutéis muchísimo de vuestros pequeños, o grandes, tanto como de descubrir que sois hombre y no mujer o que lleváis una zapatilla de cada par cuando ya estáis conduciendo; porque estas maravillas sólo son posibles gracias a la mayor fortuna del mundo mundial: SER MADRES.
Hoy más que nunca... CON M DE MAMÁ
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