La costumbre no logra llenar el vacío. Acostumbrarse no es sinónimo de conformarse. O al menos no para mí.
De repente suena Chiquitita en la película que estoy viendo con tu nieta, y las lágrimas salen en torrente. Es nuestra canción. La que tú solías cantarme cuando era tan pequeña que ni lo recuerdo.
Algo vuelve a removerme las entrañas y mi pequeña es quien me abraza fuerte y me acaricia la cara para consolar mi dolor.
De pronto vuelve a venirme a la cabeza la sensación de soledad cuando te pienso, de impotencia y de querer tu abrazo y no tenerlo. Vale, sí, ahora te tengo permanentemente en mi cabeza, ya lo he dicho otras veces, es como llevarte siempre conmigo... pero la realidad es que no estás y que jamás volveremos a hablar ni a mirarnos, ni a reírnos ni a enfadarnos. No estás.
Sólo eso, papá. Necesitaba soltarlo. No es enfado, es impotencia, ya lo sabes. Eso y que te echo de menos terriblemente.
Te quiero. Hasta la luna y vuelta. Nos vemos en la segunda estrella a la derecha. O en mis sueños.
CON M DE MAMÁ y E de ECHARTE DE MENOS
Pufff... De vez en cuando también me pasa.... Con una canción... Con una frase que escuche a lo lejos... Con un olor.... Y todo vuelve a doler igual.... Te mando un abrazo! verito kprixosa
ResponderEliminarBuf.. Así es, y de repente, sin avisar...
EliminarGracias preciosa por entender, comentar y ese súper abrazo que me llega
Un besazoooo
La nostalgia duele, pero pasa lentito... Fuerza!!!
ResponderEliminarMuchas gracias :)
EliminarUn abrazo
Besos en el alma.
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