Siento no haber podido evitar la rima fácil, pero es que creo firmemente que quien ideó las sesiones de 45 minutos lo hizo mientras tarareaba la famosa rima, seguro, porque este nuevo reparto horario es justo eso lo que consigue. Lo siento, no me valen las comparaciones fáciles tipo "pues en Finlandia...". Porque para empezar, en Finlandia no se toman a risa las leyes educativas, sus dirigentes tienen la suficiente cabeza como para detectar lo realmente importante para conseguir la prosperidad en su país, y parece que la educación es uno de esos factores que sí tienen en cuenta. Y por eso no juegan con ella.
La verdad, no sabía muy bien qué tono darle a esta entrada, ya que el Réquiem de Mozart se me antojaba demasiado solemne, aunque por el toque fúnebre de las consecuencias que le presagio a la LOMCE, bien lo merece. Sin embargo, he decidido que no. He decidido que este post de hoy va a ser una oda al buen humor (irónico y ácido), que es como ,tanto los compis que me cruzado a lo largo del día de hoy como la que aquí suscribe, hemos decidido tomarnos la broma de los ya FAMOSOS 45 MINUTOS (tarariro tarariro). Yo sigo convencida de que todo se trata de un error tipográfico que nadie vio al revisar la susodicha ley... (por aquello de querer creerme que todo se hace pensando en el bien de la educación, que "no es más" que la base de toda sociedad y tal).
Aquí dejo pues mi versión "Chanante" del 1 de octubre de 2014 en un centro público español como otro cualquiera: el mío.
8:45 am. Reviso mi horario de hoy para descubrir con alegría que los miércoles es "mi día de jogging con peso". Tal cual. Porque hoy tendré que teletransportarme de infantil a primaria en cada una de las diferentes sesiones, y teniendo en cuenta que siento la presión de aprovechar al máximo los 45' raspados que me otorga el ministerio, no vaya a ser yo la responsable de que mis niños no adquieran la suficiente competencia comunicativa y demás objetivos estupendos, pues veo que me va a tocar hacer los desplazamientos sin pasar por caja. Es decir, iré de clase en clase con el material que voy a utilizar en todas y cada una de las sesiones repartido entre brazos y espalda: Monkey, Robot, las flashcards, las wordcards, las pinturas de cara, la carpetoncia con todo lo de 2º de primaria, la botella de agua para hacer caso al doctor y beber mucho (y acabar reventando mi vejiga por imposibilidad de parar en el aseo), la carpeta con mis programaciones de aula y temporalizaciones, la bolsita de USBs varios, el almuerzo para empalmar las clases con el patio... Así pues, lo cargo todo y ¡que empiece el día!
En infantil los 45 minutos son de siempre, así que, sin tener en cuenta que es la primera sesión real de inglés con 3 años, porque hasta ayer estábamos adaptándonos y demás, no ha estado nada mal, nos ha dado tiempo hasta a cantar un par de canciones con coreografía y todo, no ha habido lloros y todo ha sido miel sobre hojuelas. 9:45. La tutora, muy buena compi, se ha apañado para volver sola al aula con ellos (hacemos la sesión en un aula enorme y diáfana para poder bailar y cantar y tirarnos en el suelo a nuestras anchas), facilitando así mi puntualidad en la siguiente.
9:46 am. Entro en mi segunda clase del día ante la sorprendida expresión de mi compi, que me mira y dice resignada: "¿ya?", mientras yo descargo los tropecientos trastos arrasando con todo. La entiendo tanto. La primera hora empieza, de verdad, y con suerte, sobre 9:20, porque antes hay que contar con los que llegan tarde e interrumpen la clase con ese goteo que no deja avanzar, con hacer recuento para verificar asistencia y apuntar los que no se quedan a comer, revisar agendas por si hay notas, escuchar con atención, real y no fingida, al que te cuenta que ayer le cayó un diente y parar los pies a la marabunta que se engancha a contar sus propias experiencias (porque entonces ni a las 10 hemos empezado). Después, explicación de lo que se va a hacer, reparto de material, se abren libros/libretas... 9:30 prácticamente. Por tanto, cuando llego yo, tan sólo un cuarto de hora después, el pensamiento más agradable que le tiene que haber venido a la cabeza es: ¡ya podía haberse puesto enferma!, y ojo, sin maldad ninguna. Supervivencia pura. Lo dicho, llego, los niños recogen lo que están haciendo y los hago aterrizar en Reino Unido y los USA con las benditas rutinas, mientras la tiza vuela sola sobre la pizarra escribiendo la fecha (I wish I was a teacher at Howgarts...). De los tres juegos que llevaba programados, hago uno, porque ya nos hemos plantado en las 10:10, y aún nos queda abrir por primera vez en su vida el Activity Book, lo que, teniendo en cuenta que les estoy hablando todo el tiempo en inglés, nos lleva un rato más que si lo explicara en castellano. Es decir, nos viene a quedar un tiempo de unos 12 minutos para hacer las dos páginas programadas. Resultado: la gran mayoría no lo consiguen, no porque sean difíciles sino porque ME NIEGO A METERLES PRISA EN SU TRABAJO cuando su ritmo es, lo que diríamos, normal, que de los soñadores despiertos ya me he ido encargando yo.
- Boys and girls, listen please! Time to finish! Clean up, take your snacks and line up!! Off we go!!!...
- ¿¿¿¿¿Yaaaaaaaaaaaaaa????? ¡¡No hemos acabado!!
- I know... mmm... Don't you worry... You'll finish next day. (Mientras pienso: Sí, acabaréis eso pero dejaremos colgando lo siguiente, y así una y otra vez, hasta entrar en bucle.)
10:30 am: Bajo al patio con todos los trastos encima, porque la siguiente clase la tengo en la otra punta del pasillo cuando acabe el recreo, así que veo más viable bajar como una mula y esperar a que haya suficientes compis como para poder escaparme unos milisegundos y subir al aula, que dejarlos en la clase donde estaba y tener que escaparme luego con 20 alumnos detrás. Sobra decir que, obviamente, no paso por el aseo, porque ya me he demorado bastante con tanta subida, descarga y bajada, y mis compañeros no tienen la culpa.
11:00 am. Acaba el patio, hacemos filas, esperamos nuestro turno de subida y allá vamos. Tenemos la mala suerte (o buena, según se mire) de que en el aula están colocando el cañón de la PDI, así que cogemos trastos (suyos y míos), no sin antes tardar un siglo en repartirlos, y nos volvemos para abajo; hoy toca en la biblioteca. 11:20... Tenemos 24 minutos para hacer las rutinas, repasar vocabulario y proceder con el activity. Contamos con 1 minuto para recoger, porque la buena de la tutora me hace el favor de bajar a por ellos, para que yo pueda volar a infantil. Me dispongo a empezar y ... ¡Anda! ¡Los juegos! Nada, estos vienen "recién jugados" del patio, pueden trabajar directamente, ya otro día si eso. Explicamos pues el uso del libro, las actividades en sí y empezamos.
11:45 am. Levito a velocidad ultrasónica hacia infantil, los trastos ya no me pesan, a fuerza de cargarlos a toda hora ya son parte de mí. OOOOOHHHMMMMM! La clase en infantil transcurre sin más percances, al fin y al cabo, lo de los 45 minutos con los de 4 años está chupado, ellos ya se lo saben y yo también, así que levitan conmigo al salir del aula y volver y van a un ritmo que ni la cabra de la legión. ¡Tuuuutu, tututuuuuutu...! 12:25 volvemos a clase que las monitoras de comedor son puntuales y toca no fastidiar el primer día.
12:30 am. ¡Exclusiva! Guay, hoy no hay ni COCOPE ni ciclo, ¡yupiiiii! Vamos a aprovechar para llamar a la del cuentacuentos y cerrar con ella cosas, luego a Oxford para avisar de que hemos recibido el pedido, buscamos un ordenador donde poder imprimir la programación entera y dejarla en el ciclo a disposición del mundo. Se atasca la impresora, que esta harta de que hoy todo el mundo le meta prisa, y la paga conmigo, que no la saludaba desde junio. ¡Las 13:30 yaaaaa! Genial, me siento como si hubiera perdido el tiempo. ¡Ostras! No he llamado a la canguro para ver cómo va Rubiazo; menos mal que es un sol y que si no ha llamado ella es porque todo está en orden y no ha habido que usar de nuevo el ventolín. ¿He ido al aseo al final a hacer un pis? Sí, a las 12:30. Ok. Es que ya no me siento las piernas. Voy a acabar de programar sesiones de inglés, que con tanta cosa inacabada toca remodelar. Las 14:15. ¿¿14:15?? ¡Nena, la comida! Ya ha ido a por el carro una compi la mar de apañada, el resto estábamos inmersas en ordenadores y temporalizaciones y si no es por ella ni comemos. Primer plato, segundo y postre. 14:30. ¿Es bromaaaaaaa? ¡¡He comido engullido en 15 minutos porque sí!! Porque el ritmo de hoy ha sido tan frenético que he seguido la inercia. Me espera una digestión estupenda pues. Bueno, así sigo adelantando alguna cosilla. Mira, 537 wassaps de 5 conversaciones. Ni los abro, ni los miro. No sé ni quién me ha escrito. Ya a la salida digo que sigo viva. Son las 14:57 y salgo a por la fila.
15:00. Esperamos nuestro turno para mover la fila, cuesta un poquito, subimos, tienen cambio de mesas, se organizan con ayuda de la tutora. 15:10. De los 3 juegos, explicamos y hacemos uno y ya son 15:25. Pasamos a conocer el maravilloso mundo del activity book, entre 15:30 y 15:32 empiezan a trabajar. Idem del anterior. 15:42 y no han terminado. Piden acabarlo. Chicos no hay tiempo. Viene ya la seño y hay que recoger. ¿Nos lo podemos llevar a casa? ¡Me los como! ¿Pero cómo son tan monos? Lo pienso y... "esperad que venga la seño y le preguntamos porque no sé si ya os ha puesto deberes, y hasta el lunes no tenemos inglés, no hay prisa". Copio la agenda en la pizarra por si acaso, para adelantar, llega la tutora, lo hablamos, se preparan para copiar la agenda, y le dejo el marrón a ella porque ya llego tarde. Cargo tooodos los trastos de nuevo y bajo.
15:50. Good afternoon! Llego de nuevo a infantil. Vuelve a tocar desdoble. Organizamos grupos, hacemos fila y salimos. Rutinas, pinto caras, jugamos con los colores y las partes de la cara, bailamos un poquito y... ¡16:15! toca cantar "Goodbye, goodbye, see you agaaain..." porque en nada están llamando a los del autobús y se puede liar parda si nos cruzamos con toda primaria bajando. 16:20 niños en clase, salen los de infantil al bus.
16:25. ¡Los del autobús que se preparen! Ya baja primaria. Todos a sus puestos. Primer día de bus por la tarde y hay muchísimos niños más que ayer. Somos un grupito de especialistas ayudando a la directora, si no fuera así esto sería la guerra. Paso lista. ¡Faltan dos de primerooooo! ¡Va saliendo esta filaaaa! Una compi vuela a buscarlos a la otra punta del mundo. Falta otro alumno que no ha bajado. Otra compi comprueba, escaleras arriba, que es porque no ha venido. Empieza a sonar la música y el resto del colegio empieza a aparecer. ¡Yihaaa! Acompañamos a la fila entre montones de padres que esperan que la puerta de infantil se abra. Vuelvo dentro a por los despistados. Comprobamos lista. Están todos. El autobús se va.
16:32. Voy volando a por mis trastos. Los guardo. Cojo bolso, bolsa y demás pertenencias que van y vienen todos los días. Vuelo a por Pichu. ¡Hola amor! Sonrisota al verme. ¡Qué bonita es! Se me acaba de olvidar de un plumazo todo el estrés que llevo. Salimos al coche. Genial, fila de coches en segunda fila. Uno frenado. Hoy no salimos. LLamo a la canguro: ¡Saliendoooo, ya llegamos!". Se va un coche, eso me da margen para mover otro, y tras mil maniobras porque el sitio de salida era mínimo y nada orientado a donde yo estaba, consigo salir. ¡Faltaría más! Si hace falta lo saco por arriba.
¡FIN DEL DÍA EN EL COLE! Seguiré mi jornada laboral sobre las 22:30, cuando estén ambos sopa, y la casa más o menos decente, ropa sacada para mañana y demás. Eso si hay suerte y no toca ventolín con Rubiazo.
Mientras ceno un vaso de leche con tres kilos de chocoflakes, todo cortesía del bajón de azúcar que llevo, pienso que quizás éste es el año y que ha llegado mi momento: GRACIAS WERT, ESTE CURSO VA A SER EL IDÓNEO PARA PREPARARME UN TRIATLÓN. Tal cual, decidido. Ahora ya entiendo lo de los 45' tarariro tarariro, lo he visto claro repasando el día: he corrido, he subido y bajado escaleras como si estuviera entrenando a fútbol, todo con peso extra, he casi nadado en el patio entre charcos y más charcos mientras resolvía conflictos o perseguía a un alumno que tiraba trocitos de un azulejo de la ducha a la papelera... no he ido en bici, pero he hecho coreografías a ritmo militar porque el mismo estrés me impedía hacerlas con dulzura, y, mientras, apenas me he hidratado ni me he escapado al aseo. Soy una crack. De hecho, en cuanto cierre este post me pongo a mirar fechas de próximos triatlones en la comunidad para llevar la propuesta a la próxima COCOPE.
Eso sí, después de hoy, además de la trolley que he pedido a mi dire para dejar de ser una mula y recuperar mi condición humana, creo que voy a pedir sondajes, ya que la propuesta de los pañales que ha hecho una buena compi no me convence, y permiso para llevar mis patines. Es eso o pasarle a usted, señor ministro, la factura de mi operación de suelo pélvico por arreglar mi incontinencia urinaria futura junto con las hernias discales de tanta carga extra. Esto como maestra.
Como madre, me planteo si ir echando cuentas de lo que le va a suponer a mi hija este nivel de estrés en cuanto pase el curso próximo a primaria, porque por mucho que los maestros nos acoplemos a todo y saquemos pañuelos de colores de la chistera sin tener varita, ya le aviso de que es IMPOSIBLE NO CONTAGIAR EL NIVEL DE ESTRÉS, PRISA Y AGOBIO a los alumnos. Sí, lo sé, la culpa también es nuestra, que no sabemos gestionar el tiempo. Con lo rebien que lo hacen los finlandeses, mecachis.
Pues mire, yo he decidido que mi OBJETIVO PRINCIPAL este curso en CERO ESTRÉS. Y cuando el estrés se apodere de mí, cantaré esta canción como mantra:
Lo sé, es incompatible con sus famosos 45' tarariro tarariro... (Inhumano total, ¡qué profético el nombre del grupo!) Pues llegaremos hasta donde podamos, porque me niego a convertirme en una (y perdón por la expresión) "cagaprisas" y dejar de disfrutar en mis sesiones y cambiar mi metodología sólo porque "¡¡niños que no hay tiempo!!". Pienso seguir pintando caras, dando las clases en el patio cuando haga falta, bailando y disfrazándome. Serán sólo 25-30' de clase reales, pero al menos serán 25-30' en los que intentaremos disfrutar enseñando unos y aprendiendo otros, a pesar de que el objetivo principal de su nuevo timing parezca ser cargarse la enseñanza de un plumazo.
Así que... ¡a dormir que mañana me espera otro día de intenso entrenamiento triatlético, nada estresante y súper entretenido! Pero, no nos agobiemos, que como dice la canción: "no hay problemaaaaaaaaaaaaa...¡¡Ponte a reír!!"
CON M DE MAESTRA y T de TARARIRO TARARIRO
Así que... ¡a dormir que mañana me espera otro día de intenso entrenamiento triatlético, nada estresante y súper entretenido! Pero, no nos agobiemos, que como dice la canción: "no hay problemaaaaaaaaaaaaa...¡¡Ponte a reír!!"
CON M DE MAESTRA y T de TARARIRO TARARIRO
acabo de leerte y me tengo que ir a dormir. Me has dejado agotada.....
ResponderEliminarhttp://www.lasprovincias.es/alicante/201409/29/colegios-pueden-cumplir-nuevo-20140929004208-v.html?ns_campaign=WC_MS&ns_source=BT&ns_linkname=Scroll&ns_fee=0&ns_mchannel=FB
ResponderEliminarGenial, es difícil expresarlo mejor.
ResponderEliminarMadre mía Noni! Así nos va. Lo de los 45' no tiene nombre... y triste todo lo que has contado. En fin!
ResponderEliminarMe acabo de cansar!!! Pero lo has contado tal cual es...
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