Hay quien piensa que lo mejor que te puede pasar es un beso. Yo no lo creo así. Los besos apasionados te quitan el aliento durante unos segundos y frenan en seco el corazón, y esa sensación es grandiosa. Un beso de un hijo es la muestra del amor en estado más puro. Sin embargo... yo prefiero UN ABRAZO.
Un abrazo no te quita el aliento, sino que te lo devuelve cuando éste te falta, y no para tu corazón, más bien le da cuerda de manera infinita, al menos durante el rato que tarde en llegar el siguiente abrazo.
Yo echo de menos ese abrazo que me hace sentir de nuevo pequeña y que me permite equivocarme porque tengo a alguien por encima de mí, que se preocupa, me cuida y me da la lata con lo que está bien y lo que no. Echo de menos ese abrazo de paz en el que me permitía caer de vez en cuando, en el que volvía a sentir el amor inmenso de alguien inmenso. Ese abrazo en el que quedarme un rato más aun cuando en casa ya me esperaban. Ese abrazo con sabor a "vete ya que tienes obligaciones" pero que en realidad quería decir "no te vayas que tengo miedo a estar solo".
Quiero UN ABRAZO. EL TUYO. No me vale cualquiera. Y sigo sin entender por qué ya no estás para que pueda correr a buscarlo. A refugiarme en él cuando meto la pata. A refugiarme en él cuando nadie más me entiende. Necesito TU ABRAZO.
A veces me pregunto si te abracé lo suficiente mientras te tuve. Creo que sí lo hice, sobre todo en la segunda vuelta que nos regaló la vida, o que nos quitó poco a poco el cáncer. No lo sé.
Yo abrazo a mis hijos muchísimas veces al día. Incluso cuando ya están dormidos y no son conscientes de ello. Muero al pensar que, algún día, cuando yo no esté, puedan sentir esta sensación de soledad que yo siento bastante a menudo si pienso en ti, y quiero que acumulen tantos abrazos que el calor les dure cuando mi cuerpo ya esté frío y lejos.
UN ABRAZO es mucho mejor que un beso. Sin duda. El beso es efímero, volátil. El abrazo es eterno... y su huella queda grabada a fuego. Debe ser por eso que echo tanto de menos fundirme en tus brazos y volverme pequeña.
Te echo de menos. Siempre.
Y quiero TU ABRAZO.
Éste es el blog de una mujer, madre y maestra. Es un blog sobre el día a día de las cosas simples, y no tanto, de ser mujer, madre y maestra. Un blog en el que "cualquier parecido con la realidad, NO es pura coincidencia".
Las partes del todo
▼
Precioso!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias mil😃
Eliminar