La vida es una puta montaña rusa. Así. En soez. Bien clarito. Con todos sus altos y bajos. Con sus curvas y sus rectas. Con sus momentos de "o grito o muero".
La vida es puta. Lo dije hace tiempo y lo sigo pensando. Y o te gusta mucho y te refugias en sus artes amatorias una y otra vez o estás perdido. Has de amarla. Bebértela. Besarla. Tocarla. Acariciarla. Mimarla. Aunque a veces no demuestre miramiento alguno hacia ti. Ella manda.
No hay más.
Engancha hasta dejarte sin aliento de pura felicidad para luego soltarte sin paracaídas y en picado. Te recoge cuando ya no puedes más, te cubre con sus manos y después, vuelta al ruedo del abandono.
Hoy estás arriba y mañana temiendo por tu lugar en el mundo. Ayer todo era calma y paz, hoy es un puto torbellino. A veces se trata de mera supervivencia tu paso por su línea del tiempo.
La vida es una puta montaña rusa.
Pero yo no pienso dejar de subirme en ella. Al menos no mientras me lo permita el vendedor de entradas de su taquilla.
Soy adicta a ella.
Éste es el blog de una mujer, madre y maestra. Es un blog sobre el día a día de las cosas simples, y no tanto, de ser mujer, madre y maestra. Un blog en el que "cualquier parecido con la realidad, NO es pura coincidencia".
Las partes del todo
▼
Muy buena forma de explicarlo ;) Yo también me subo a ella las veces que haga falta
ResponderEliminarCuanta razón Noni, que me digan a mi si se puede pasar de la felicidad al dolor mas absoluto... y aun asi, a seguir. Muy, muy puta... somos nosotros los que intentamos adornarla para no volvernos locos, caer en depresión o abocarnos al suicidio, porque de fácil nada, una lucha diaria a contra viento!
ResponderEliminar