Sin tapujos.
Pregúntame lo que quieras. No voy a enfadarme porque quieras saber. Al contrario, me preocuparé si no te inquieta nada, si no tienes curiosidad por descubrir o si no quieres conocer más sobre tu cuerpo y el de quien te atrae.
Hablemos de sexo porque no pasa nada. Porque la naturaleza nos ha hecho sexuales y es natural. Porque conocerte y saber es aprender a respetarte y respetar. Porque valorar cada rincón de tu piel es aprender a amarte más aún.
No hay nada malo en que sientas hormigueo si quien te gusta tan siquiera te roza la mano o te mira intensamente. Lo malo llega cuando permites que pase de donde tú no quieres. Hablemos pues de todo. Sin miedo. Pregúntame abiertamente sobre ti. Sobre el placer. Hablemos de que la sexualidad sana es buena, porque es parte de nuestra naturaleza. Al fin y al cabo somos animales. Y el cuerpo pide a gritos sensaciones.
Hablemos de que has de tener claro qué quieres y con quién, de que nadie puede obligarte a querer lo que tú no deseas; de que has de sentirte libre de decir no o sí, y no sentirte ni mejor ni peor por ello. Tu cuerpo es tuyo. De nadie más.
Hablemos de sexo y de respeto. Respeto a ti y por ti y respeto por tu compañero o compañera de juego. Respeto por los límites que quieras marcarte o los que se marque quien tengas delante. Respeto por tus gustos y los de quien quieras que los comparta.
No tengas miedo, hija. No te avergüences por querer saber, hijo. Yo no voy a prohibirte que sepas. Yo no voy a juzgar cada etapa de descubrimiento que llegue a tu vida. Sólo quiero que sepas que estaré siempre aquí para responder a todas y cada una de tus preguntas, con sinceridad, intentando no posicionarme ni marcar tu decisión.
Yo sólo quiero que crezcas sabiendo que tienes un cuerpo maravilloso que has de cuidar y valorar. Sólo quiero que vivas, disfrutes, no te sientas culpable ni tengas miedo por avanzar en ciertos aspectos normales, según os desarrolléis tú, tu cabeza y tu cuerpo.
Hablemos de sexo, de la vida, de ti, de las mariposas en el estómago y de todos esos temas que me harán tragar saliva cada vez que me los plantees pero para los que prometo tener siempre oídos, un abrazo de oso y las palabras más sinceras.
Hablemos.
Te quiero. Sin tapujos ni tabúes. Racionalmente animal.
CON M DE MAMÁ y S de SEXO
Buffff... Tiemblo! Jajaja Pero 100% contigo...
ResponderEliminarTemblaremos juntos. Pero los haremos crecer libres de miedos absurdos y tabúes inútiles. 😉
EliminarHace días que pienso en ello, no sé cuándo será el momento de sacar el tema
ResponderEliminarYo creo que el momento llega solo. Si hemos tratado con normalidad en casa el tema de las diferencias físicas entre chico y chica, sin tapujos, sin pegar la bronca cuando de pronto ellos se descubren "el pililón" que dice el mío y están todo el día con él arriba y abajo... Si cuando nos ven doloridas por la regla y preguntan, somos capaces de contestar, a un nivel que puedan entender, qué es lo que sucede en nuestro cuerpo... Estoy segura de que las preguntas llegarán solas.
EliminarAunque nadie dijo que fuera fácil. Gracias por leer y comentar, Noelia.
Un abrazo.
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ResponderEliminarNo se puede expresar mejor. Eres un genio Noni. Un besazo.
ResponderEliminarQué va! Jajaja! Sólo soy una madre asustada como el resto con la velocidad del tiempo y a la que le gusta "reflexionar en voz alta" para, de alguna manera, coger fuerzas para todo lo que tenga que venir.
EliminarUn besazo preciosa