Me gusta el mes de octubre. Es un mes de contrastes. Un mes de vida y adiós.
En octubre el otoño va entrando de lleno en su carnaval de tonos ocres, tierra, anaranjados y amarillos. Se va lo viejo para que renazca lo nuevo.
En octubre nací. En octubre celebraré un año más de vida; un año disfrutado, a ratos sufrido, pero siempre vivido con intensidad y con el agradecimiento en la punta de la lengua, no vaya a ser que se nos disguste el universo y nos arrebate el aliento.
En octubre naciste. El primer hombre de mi vida. Libra. Balanza. Equilibrio. Hay quienes creyeron conocerte bien y te tacharon de excesivamente serio y exigente, sólo porque no fuiste el padre payaso que otros sí fueron. Los que de verdad te conocimos sabemos que has sido todo bondad, honradez, tesón, entrega, fuerza y coraje.
En octubre naciste tú, mi Rubiazo bonito. El ladrón de corazones más descarado de la historia. Mi amor verdadero. Mi pequeño motorista intrépido. En octubre viniste y contigo llegó la revolución, se completó la baraja, se cerró el ciclo.
En octubre te fuiste. Justo un día antes de cumplir 67. Se apagó tu cuerpo y voló tu alma. En octubre se cumplirán dos años de nuestro último abrazo, nuestro último beso, nuestra última mirada, tu último "¡guapa!", a pesar de que yo siga sin creerme que este adiós es para siempre.
En octubre se celebrará la Mocadorà y comeré las frutitas de mazapán que tanto te gustaban y que a mí me chiflan. Comprarlas siempre me recordará a ti. Comerlas me hará revivir las que tantas veces compartimos.
Octubre me reconforta, a pesar de todo. A pesar de que me obligue a recordarte con más fuerza (aún) si cabe.
Octubre me devuelve a mi origen. Me renueva. Parto de cero. Libreta en blanco, lápiz afilado y goma de borrar nueva. En octubre empiezo de nuevo a escribir mi historia, la nuestra.
En octubre te añoraré siempre, te lloraré siempre, te anhelaré siempre, te abrazaré siempre.
En octubre seguiré creciendo y amando la vida, cuidando de los míos, queriendo ser mejor y buscando estar a la altura de quienes me precedieron, de quien me acompaña en esta aventura que es vivir y de quienes siguen ahora nuestros pasos de padres.
¡Bienvenido sea pues!
CON M DE MAMÁ Y O DE OCTUBRE
Siempre dar la bienvenida y las gracias por el presente, porque puede haber cosas anteriores, no tan buenas, pero es una vivencia más.
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