HABLEMOS DE GAZA...
"Analizar
la situación en la que se encuentran Israel y los palestinos de la franja de
Gaza desde el punto de vista de las relaciones internacionales es sumamente
complicado. Ambas partes no están, a día de hoy, en similares circunstancias y
por lo tanto no se puede esperar la misma respuesta de ambos.
Por
un lado tenemos al Estado de Israel, con un concepto de estado similar al de
los países occidentales, es decir es un estado de derecho donde impera la
justicia y la democracia. Es un estado reconocido como tal por la ONU, aunque
haya países de la misma que no reconozcan su existencia, y que está sometido a
los convenios ratificados por sus sucesivos gobiernos.
Por
otro lado tenemos los palestinos de la Franja de Gaza, un territorio que
pertenece oficialmente a Israel, que está habitado por una parte del llamado
pueblo palestino pero que no está gobernado por la Autoridad Palestina, el
organismo que gobierna en Cisjordania y en gran parte de los campos de
refugiados de palestinos, sino que está gobernado por una organización, Hamas,
cuyo objetivo es la desaparición de Israel para recuperar los territorios que
habitaron (y que compartieron con los judíos que allí vivían) y formar un
Estado autónomo e independiente. A diferencia de otras organizaciones de corte
islamista, Hamas no pretende la instauración de un califato regido por el
Corán, sino que simplemente pretende ser un estado. Por eso, entre otras
cosas, Hamas no es sólo la organización terrorista como mucha gente piensa que
es. Es una organización política, social y armada. Dispone de hospitales,
colegios, administración y de una milicia armada (no un ejército) para alcanzar
sus objetivos.
En
Israel la separación de poderes y la democracia permite y obliga a su gobierno
a actuar dentro de los márgenes de la ley; en la franja de Gaza Hamas hace y
deshace a su antojo.
En
Israel el gobierno dispone de unas fuerzas de seguridad policiales y de unas
fuerzas armadas muy potentes, quizás el ejército más eficiente y efectivo que
exista, bajo el control del gobierno. Estas fuerzas armadas están desplegadas a
lo largo de la frontera de Israel con Líbano, Siria (incluyendo la ocupación de
los altos del Golán) Jordania y Egipto, y están preparadas para responder a
cualquier agresión externa. Además están preparadas para apoyar a las fuerzas
de seguridad en el control de los territorios de Cisjordania y Gaza.
En
la franja de Gaza, Hamas, financiada mediante aportaciones de los estados
árabes y de Irán, dispone de civiles entrenados para la lucha armada mediante
las acciones directas de terrorismo indiscriminado y de un arsenal inmenso de
cohetes que pueden alcanzar cualquier ciudad importante de Israel. Los cohetes
de los que dispone Hamas no están actualmente a disposición de muchos de los
ejércitos occidentales por dos razones fundamentales: la primera es que son
caros, de adquirir y de mantener en condiciones de uso; y la segunda es que no
son lo suficientemente precisos para cumplir con los protocolos de uso de un
país occidental. La poca precisión hace que su uso contra cualquier objetivo
urbano sea totalmente indiscriminado. Es decir, su lanzamiento consiste, en sí
mismo, un acto de terrorismo. ¿Por qué Hamas dispone de este arsenal cuando la
población de Gaza tiene que vivir de la ayuda humanitaria que le da la Comunidad
Internacional? Porque no es un estado que se responsabilice de su población.
Para
proteger a su población del lanzamiento de cohetes Israel dispone de un sistema
muy eficaz llamado Iron Dome. Es un sistema que está permanentemente desplegado
porque las ciudades de Israel están permanentemente amenazadas con los cohetes
de Hamas (y de Siria, y de Hizbullá en Líbano, y de los palestinos que viven en
Jordania, y…).
Hace
varias semanas se produjo el secuestro y asesinato de tres niños (jóvenes,
menores de 18) israelíes. El gobierno de Israel acusó a Hamas de estar detrás
de este ataque y empleo todos los medios policiales a su alcance para detener a
los culpables, y así lo hizo. Como represalia, un grupo radical israelí
secuestró, asesinó y quemó a un niño (joven, menos de 18) palestino. El
gobierno de Israel acusó a un grupo radical y empleó medios policiales para
detener a los responsables, y los detuvo. Hasta aquí todo funcionó como en
cualquier estado occidental. Entonces, ¿Por qué se ha producido la escalada de
tensión? La respuesta está en las circunstancias de estos ataques y en la
respuesta dada por Hamas. El secuestro de los Israelíes se realizó utilizando
varios túneles de los que dispone Hamas para acceder a Israel. El gobierno de
Israel decidió entonces acabar con estos. Pero en el momento en que comenzó la
operación para su destrucción, y con el objetivo de impedírselo, Hamas
incrementó su permanente bombardeo con cohetes. Israel, con el objetivo de
proteger a su población lanzó una campaña de bombardeos para destruir los
arsenales de Hamas. Esta campaña está dejando centenares de muertos palestinos,
incluyendo mujeres y niños (creo que es importante señalar que todos los
muertos palestinos son civiles, básicamente por que no hay otra cosa que no sea
civiles).
La
respuesta de Israel no cabe dentro del derecho internacional del conflicto
armado. Si bien es cierto que no es un conflicto internacional, se desarrolla
dentro del Estado de Israel, el gobierno de Israel está obligado a cumplirlo.
Tampoco responde a la “responsabilidad de proteger a tu población”, principio
por el que una coalición internacional actuó en Libia hace tres años. Puede que
destruyan los arsenales pero los daños colaterales que están causando no son
proporcionales a la amenaza que éstos suponen. Es verdad que si no existiese el
sistema defensivo del que dispone Israel las bajas entre la población Israelí
serían mucho mayores, pero a un estado democrático como es Israel se le puede, y
se le debe, exigir que no provoque ninguna muerte que pueda ser evitada
mediante el empleo de otros medios.
La
Comunidad Internacional, con los países occidentales a la cabeza, debe exigir a
Israel que los medios que emplee no provoquen ni una sola muerte innecesaria. Y
esta misma Comunidad Internacional debe apoyar a Israel para que pueda proteger
a su población.
A
Hamas no se le puede exigir nada. Nunca ha cumplido nada, no se preocupa por su
población, emplea escudos humanos, esconde sus arsenales cerca de colegios,
hospitales y mezquitas, emplea métodos de violencia indiscriminados. Nada. Sólo
se le puede decir que debe desaparecer. Sin embargo, a Israel hay que exigirle
que no se deje llevar por la espiral de violencia y que no responda “ojo por
ojo” (o diez ojos por cada ojo) y con los mismos métodos a Hamas.
Por
último, TODA MUERTE EN CUALQUIER CONFLICTO ES INNECESARIA. Sólo la legítima
defensa justificaría una muerte, pero incluso en la legítima defensa la fuerza
empleada debe ser la mínima necesaria para defenderse."
ÉSTE ES EL ANÁLISIS PERSONAL DE UN MILITAR ESPAÑOL, COMANDANTE DEL EJÉRCITO DE TIERRA.
Me quito el sombrero. No cambio ni una coma.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a los dos por este texto.
Gracias a ti, Vero, por haberlo leído. Ojalá cada lectura fuera un paso a la paz.
EliminarUn abrazo.
Estupendo análisis.
ResponderEliminarGracias por la información. Intentó entender este conflicto, y he aprendido un poco más.
ResponderEliminarGracias Noni! pierdo con este conflicto y cruce de ataques sobre "quién es el malo y quién el peor"
ResponderEliminarGracias, por esta explicación, porque no llegaba a entender que hubiera gente que justificara estas muertes, y que se vieran imágenes en la televisión como si fueras a comprar el pan...
ResponderEliminarHa quedado claro.
Muacs!